Alfredo Martínez cerró el tercer día de Fashion Week con una colección inspirada en la actriz y vedette, Aleksandra Aćimović Popović (Italia, 1946-México, 2024), aka Sasha Montenegro, un símbolo del glamour, sensualidad, exuberancia y dramatismo escénico.
La propuesta Otoño-invierno del diseñador tapatío, denota una gran construcción en siluetas que retoman los elementos clásicos del imaginario ochentero como las hombreras, estructuras tajantes, textiles lujosos y transparencias seductoras.

Sin embargo, al reinterpretar desde la nostalgia, la colección termina generando una sensación de lejanía. La propuesta parece hablarle a una feminidad del pasado con la que personalmente creo que es difícil identificarse, proyectando a una sofisticada y distante femme fatal que poco dialoga con la búsqueda de la libertad contemporánea y diversa de la expresión.
El peluche sintético, presente en varios looks como accesorio estelar, añade teatralidad y volumen que refuerza esa atmósfera de exceso en un momento en el que el futuro es incierto y en lugar de mirar hacia adelante, mira hacia atrás para validarse. A lo cual me deja con las preguntas:
¿Por qué elegir a Sasha Montenegro hoy?, ¿cómo conversa eso con el momento político, social o cultural actual?, ¿es posible interpretar el “glamour” en el 2025?, y sobre todo ¿a quién viste esta colección?



