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Fashion
Cómo criar monstruos marinos: Cancino SS'26
20.10.2025
Por Olivia Meza de la Orta

Un nuevo capítulo en el imaginario de Francisco Cancino se despliega ante nuestros ojos. Es el primer día de la Volvo Fashion Week y ansío ver el desfile ocurrir. Iba con un sentimiento abierto hacia lo que el diseñador chiapaneco y su equipo creativo entregarían en la colección SS’26 titulada Cómo criar monstruos marinos.

El océano y su misterio, la profundidad de una belleza inexplicable y la certeza de querer devolverse a las redes, anzuelos y todo aquello que captura trágicamente la vida misma, se tradujeron en lienzos finamente deshilados, bloques de color estudiados y texturas que dejaban ver el rompimiento —de una forma simbólica— sobre la fragilidad de la existencia y el poder de la unión entre la construcción, la destrucción y la transformación.

Agudeza interior

El pensamiento de diseño de Cancino es siempre una ventana a su interior: un trabajo íntimo que, a primera impresión, no siempre es fácil de digerir. A diferencia de esa postura, yo sí pude sumergirme rápidamente en la lectura del lienzo; identifiqué los primeros looks como un guiño a la película The Life Aquatic de Steve Zissou, quizá por la elección de colores: azules en su mayoría, negros y anaranjados.

Fue un punto de partida original y fuera del molde de Cancino para concebir sus próximos trabajos y la forma en que va construyendo estas narrativas dentro de sus acostumbradas tetralogías. Historias largas que hablan de cómo aquello que está roto tiene una sensación —o esperanza— de repararse, y de la aventura que pocos se atreven a experimentar al hacerlo.

Un trabajo de sombra que se interpreta en fits que se arrastran como algas marinas, plisados que recuerdan a las branquias de los peces y la resiliencia del pescador que emprende el viaje hacia la vastedad del mar para presenciar ese fracaso necesario y apreciar la belleza desde nuevos ojos.

Texturas que hablan

Cómo criar monstruos marinos de Cancino nos habla de las diversas maneras de manipular una tela: alforzando, plisando, deshilando, aplicando lentejuelas y chaquiras. Este meticuloso proceso artesanal daba la sensación de un hazlo tú mismo rebelde y, al mismo tiempo, sofisticado. El estilismo añadió el complemento que envolvía la propuesta creativa con flip flops de plástico negro, pantorrilleras de mesh y maquillaje con rímel corrido y labios marrón.

El soundtrack agregó una vibra punk. Al comienzo se escuchaba: “Things get broken and sometimes they’re repaired.” Soltar aquello fue dejar caer el velo pesado para vislumbrar el lado más sensual de Cancino. Nos lo dio en vestidos de malla negra transparente donde solo se veía la parte alta del trasero con una fina tanga, finalizando con una coreografía que simulaba el caos y cerraba como una amalgama: un mismo todo.