En el marco de su 10mo aniversario, Josefina by Vero Solís presentó una colección que celebra la fuerza del origen y la sutileza del detalle. Sobre la pasarela, el brillo no fue exceso, sino identidad.

Detail-Oriented
Los materiales fueron el hilo conductor de esta narrativa: bordados minuciosos con cristales Swarovski, texturas metálicas, transparencias trabajadas a mano y cueros suaves que recordaron la dualidad entre el poder y la gracia. El denim, reinterpretado con una sensibilidad artesanal, se convirtió en símbolo de modernidad consciente, una oda a la herencia textil mexicana elevada al lujo contemporáneo.
Las siluetas oscilaron entre la estructura y el movimiento: chaquetas con volumen en las mangas, faldas con vuelo escultórico y vestidos que jugaban con la transparencia y la luz. Los tonos verde esmeralda, vino profundo y gris perlado convivieron con destellos plateados que parecían danzar sobre la piel, creando una atmósfera alegre.



Brillo máximo
El peinado aportó un toque decisivo a la pasarela: cabellos recogidos con acabado brillante y detalles sutiles que capturaban la luz. Su estética pulida acentuó la presencia poderosa de cada look.

Cada prenda fue una declaración de presencia. Josefina no busca adornar, sino contar historias a través del detalle, de los bordados y del brillo que se vuelve símbolo. Una colección que demuestra que el lujo más auténtico sigue siendo el que nace de la visión y la identidad.
