Un año más volvimos adentrarnos en la experiencia única de Bahidorá con American Eagle. Lo podríamos definir como uno de los mejores festivales del país, pues tiene todo para escaparte: sentir la fluidez del agua, el calor, admirar el atardecer, las flores, descansar y tomar un mezcalito. Además no deja de soprender con las propuestas de diseño, sustentabilidad y conciencia para mantenerse conectado con el entorno.
Esta 8va edición sobre pasó las expectativas por los actos, la organización, la comida y las actividades que ofreció el festival. Uno de los escenarios más especiales fue el de la playa de AExME, presenciamos las lovestories más bonitas que a todos nos gustaría tener, tuvimos la oportunidad de customizar nuestras prendas y escuchar y bailar con los talentos de Daniela Spalla y Noah Pino Palo, que en conjunto formaron una energía natural, fresca y vibrante. Su diseño orgánico y natural nos permitió identificarnos y brillar con los colores de su escenario.
Para los que sabemos, y para los que no saben también, este año tuvimos el privilegio de presenciar y admirar uno de los mejores actos: la reina Erykah Badu, que fue el hook perfecto para querer asistir al festival. En el escenario principal, Sonorama, escuchamos, bailamos, lloramos y cantamos con ella. La iluminación y diseño de escenario hizo que fuera toda una experiencia.
Con Goldlink bailamos mucho también, pero nos dejo con ganas de más, nos repusimos con Masters at Work y no ¡pudimos dejar de bailar!
El festival también nos enseñó el domingo perfecto: despertar, nadar en un río, desayunar algo fresco y rico, y disfrutar de la música que seguía para despedirnos de Las Estacas, Morelos. Como siempre, nos quedamos muy contentos y con ganas de la siguiente edición. Muchas gracias Bahidorá y American Eagle por su amor tropical y auténtico.