Con mirada nostálgica, Pedro camina y observa con curiosidad una especie de set cinematográfico tapizado de imágenes de la última colección otoño-invierno 2017 de Prada, sus acciones revelan su obsesión por los detalles, mientras que la música de fondo orquesta el choque entre el universo Almodóvar y la firma italiana. Auteur, es la campaña FW17 de menswear protagonizada por el director español y fotografiada por Willy Vanderperre donde por primera vez, el también guionista y productor, es puesto frente a la cámara como imagen de una marca de moda.
No es de extrañarse que Almodóvar haya sido elegido como el rostro de una casa tan importante como Prada, pues la moda siempre ha sido un tema crucial dentro de su trabajo cinematográfico; este peculiar sentido de la estética que caracteriza al cine de Pedro ha contribuido a crear un imaginario, erróneo o no, de la mujer en España, creando lo que los críticos llaman La Estética Almodovariana, una mezcla de elementos cinematográficos únicos en su tipo. Por supuesto, hablaremos de cómo el vestuario forma parte de este universo llamado Pedro Almodóvar, describiendo y descubriendo que la original chica Almodóvar es la moda.
El estilo Kitsch
Chicas de barrio cubiertas de colores brillantes y forradas de pies a cabeza por estampados de flores, rayas y lunares que hacen juego con cortinas y tapices no menos discretos. Algunas de ellas son folclóricas, otras, se han modernizado a causa de la ciudad sin perder ese estilo propio de la mujer de la provincia española. Amas de casa, peluqueras, monjas, travestis, transexuales y una que otra chica punk, todas expresan a través de su vestuario la ironía y la exageración propia de un característico estilo camp inspirado por la comedia negra y las grandes mujeres en la vida de Pedro.
El deseo
Si tuviéramos que simplificar la fotografía del cine de Almodóvar en una paleta cromática, sin duda el rojo sería el color principal. Este tono no aparece constantemente por casualidad, además de ser su favorito, refleja temas esenciales dentro de su filmografía como la pasión, la violencia, el deseo, el sexo, España, el amor e incluso el asesinato. Secuencias íntimamente compuestas muestran vestidos, sábanas de seda, lentejuelas, largos abrigos, tacones, gafas, labiales e incluso elementos de decoración en tonos rojos vivaces, incluso Huma Rojo, personaje interpretado por Marisa Paredes en Todo sobre mi madre (1999), encarna la obsesión que el director tiene sobre este color.
Jean Paul Gaultier
Como parodia a la prensa sensacionalista en la España de inicio de los noventas, la actriz Victoria Abril interpreta a una sensual periodista en Kika (1993), rompiendo tabúes como el sexo, las drogas y la prostitución. “Buenas noches señoras y señores, con ustedes Andrea Caracortada, ofreciéndoles en exclusiva lo peor del día” quién mejor que Jean Paul Gaultier, un diseñador igual de polémico para crear los atuendos más provocadores e icónicos de toda la película, usados por su puesto, por la seductora reportera.
Kika fue sólo el inicio de una gran relación entre el cineasta y el enfant terrible de la moda, quien diez años después diseñaría el inolvidable vestido con el que Gael García interpreta a una travesti que imita a Sara Montiel en La mala educación (2004). Una última colaboración ocurriría en La piel que habito (2011) con la confección de la segunda piel de Elena Anaya como cautiva del cirujano plástico Robert Ledgard y el extravagante disfraz de carnaval de su violador Zeca ‘‘El Tigre”.
Las firmas de lujo
Entre otras marcas de lujo que aparecen en la filmografía temprana del cineasta manchego se encuentran los armarios MaxMara y Zegna en La flor de mi secreto (1995), los imponentes looks Armani de la cantante Becky del Páramo en Tacones lejanos (1991) o los clásicos trajes sastre de Chanel que cubrían la amargura y frialdad de Rebeca, su hija resentida por el abandono. Otras menciones más contemporáneas ocurrieron con los vestidos vintage Chanel de Penélope Cruz en Los abrazos rotos (2009), Bvlgari, Prada, D&G, Gucci, Dior, Givenchy y Cartier vistiendo a los personajes de Los amantes pasajeros (2013) o los accesorios Céline y diseños de Prada y Dior que acompañan a las actrices protagonistas de Julieta (2016) en un viaje en el tiempo a través de los 80´s, 90´s y la actualidad.
Madre Patria
A pesar de sus colaboraciones con marcas internacionales, Almodóvar nunca se ha olvidado de España y desde el comienzo de su carrera ha utilizado su trabajo como plataforma de apoyo a grandes modistos, vestuaristas y figurinistas nacionales como José María de Cossío, director de vestuario en La ley del deseo (1987), Átame (1989), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), entre muchos más. Otros nombres destacados son Francis Montesinos, Tatiana Hernández, Paco Delgado y Sonia Grande.
Incluso, el diseñador David Delfín (Q.E.P.D.) fue comisionado para crear el divertido y elegante uniforme de los azafatos de la aerolínea ficticia Península, en su última comedia Los amantes pasajeros (2013), además, el mismo diseñador aparece en un especial cameo junto a Bimba Bosé y Charlie Centa en Julieta (2016).