Hablar de dinero ya no es un tabú. Liliana Olivares, creadora de la plataforma especializada en educación financiera Adulting, nos llevó a cuestionar cómo es nuestra forma de gastar en moda. ¿Invertir o gastar? ¿Calidad versus cantidad? ¿Comprar moda de lujo es para la gente rica?
Para responder estas y más preguntas, platicamos con ella y tuvimos una conversación necesaria sobre cómo el dinero se ve reflejado en nuestro clóset de una manera consciente. Cómo podemos invertir en una moda más sostenible, siendo ésta el nuevo lujo, y la introspección sobre lo que vestimos puede ayudarnos a encontrar un estilo personal más fiel a nuestra esencia.

ENTREVISTA
Olivia: La relación con el dinero podría basarse en qué conocemos por los conceptos de invertir y gastar, ¿cuál es la diferencia, Lil?
Liliana: La idea de hacer una lista con gastos super específicos es poco sostenible, aquí el reto es reformular, ¿cómo aprendo a gastar? ¿Cuánto es mucho? Y para hacer eso, el primer desafío está en armar el presupuesto y a partir de ahi es que tus gastos en lujos deberían ser arriba del 20%.
Por otro lado, invertir es un nuevo hábito que lo debemos adoptar como un must. La mayoría de la gente tiene una cuenta de banco, por lo tanto, ya deberían de estar invirtiendo, pero para normalizarlo se debe empezar desde uno mismo. Con una cuenta de banco que tenga un poquito de inversión, te va a cambiar la vida.
Olivia: Tenemos la idea de que la práctica de invertir se reserva a la gente que tiene mucho dinero y, como lo mencionas, abrir una cuenta para que poco a poco tu dinero vaya rindiendo me parece muy padre y fácil, ¿pero cómo empezamos?
Liliana: Primero empecemos a cambiar al forma en cómo administramos nuestro dinero. Está súper heredado, sobre todo en Latinoamérica, pensar ‘no me alcanza para invertir’ y no. No inviertes y luego ves para qué te alcanza, sino apartas de lo que te restan de tus gastos para empezar a invertirlo y no gastarlo.
Por ejemplo, para quienes aun estudian, si tus papás te dan a la semana dinero no gastes todo lo que te den. No es obligatorio, no sé quién nos lo dijo pero creemos que si te sobra un poquito de dinero, piensas “uuu me alcanza vamos a comprar algo”. Pero no, aunque sean 500 pesos a la semana, ese 10% lo puedes meter en CETES que es la inversión de menor riesgo en México, incluso es una aplicación muy fácil de usar. Del día que lo hagas a diez años vas a ver todo lo que generaste. Lo significativo no es el monto, sino el hábito.
El sentimiento de estar “a la moda” ya no se estaba llenando con solamente consumir a lo estúpido.
Olivia: Llegué diez años tarde jajaja… qué importante esta información que nos compartes, Lil, sobre todo porque creo que las mujeres somos más propensas a comprar. El sistema está diseñado para comprar cosas que no necesitamos y ahí entra la moda. Desde tu experiencia, cómo ha sido tu acercamiento al comprar ropa, porque creo que hasta cierto punto también puede ser una inversión. ¿Cómo empezó esta relación contigo y la ropa?
Lil: Yo amo la ropa. Hubiera dedicado mi vida al mundo de la moda y pensaba que la única forma de acercarme a ella era siendo consumista. Me acuerdo cuando Zara llegó a México que mis tíos me compraron mi primera playera de allí y pensé “yo podría comprar esto, me alcanzaría con lo que me dan mis papás” y a partir de ahí empecé a tener esta relación de consumismo innecesario de comprar puras cosas chafas que hasta me lastimaban. Incluso, aunque a veces no me quedara la talla y estaba en rebaja, lo compraba. Entonces llegó un momento en que empecé a consumir tantas cosas que ya no sabía ni qué tenía.
Recién me mudé y saqué como 200 pares de zapatos, ya un nivel de estupidez muy cañona y me di cuenta que ni siquiera disfrutaba lo que estaba usando. Primero porque parecía que todos estuviéramos uniformados, el sentimiento de estar “a la moda” ya no se estaba llenando con solamente consumir a lo estúpido. Hubo un día que en el zoom de Adulting, tres morras, incluyéndome, traíamos el mismo suéter.
Se trata de empezar a ser exigente, a que el objetivo es la calidad no la cantidad.
Ya no estaba ese feeling de “qué padre que tengo esto y que uso esto” y mientras he ido creciendo mi perspectiva de la ropa va más hacia qué me va a durar mucho más, que sea de calidad y que ya sea una inversión, también. Por ejemplo, comprar un blazer negro que es un básico en mi clóset, ¿sabes cuántos blazers he comprado? Un montón que se me rompió en un segundo, la tela se hizo fea, le salieron bolitas etc. Después fui a un outlet en Estados Unidos y me compré un saco negro de Saint Laurent, de esos que te quedan pintados. Este blazer costó 300 dólares, la tercera parte de lo que cuesta en la vida real, pero es una pieza que sé que me queda bien, me va a durar y que en comparación a los 50 blazers que me he comprado de 799 pesos ya hubiera comprado ése y otros dos.
Se trata de empezar a ser exigente, a que el objetivo es la calidad no la cantidad. Un tema reciente para mi es lo que implica los recursos de compra; ayer estaba leyendo, y lo puse en mi cuenta de Instagram, sobre el impacto ecológico que implica gastar a lo menso. Por ejemplo, una playera de algodón requiere tres años de agua de lo que consume un humano… eso implica que una persona en el mundo no va tomar agua en tres años. Está padre ser sustentable en nuestro consumo porque a largo plazo vas a consumir menos; también ser sustentable es algo que no solo te beneficia a ti sino a tu entorno y sistema en el que vives. Por lo tanto creo que mi relación con la ropa sí ha mejorado, ya no me causa esta adrenalina de ir con dos bolsas llenas de cosas, sino tener una pieza que se que me va a durar y entra en mis básicos, lo que más uso en el día a día.
Olivia: Hemos caído mucho en esa trampa del fast fashion, pero tuvimos que ser esas personas para poder tener esta conversación. Respecto a la calidad vs cantidad, ¿para ti qué debe tener una pieza de calidad?
Lil: Para mí que las telas se sientan bien en mi cuerpo; que no huela horrible cuando sudes, que no se haga fea con el tiempo, que sea fácil de lavar porque creo que es de un menor mantenimiento, que no se manchen fácilmente y que me haga sentir cómoda. Tengo pijamas desde que iba en la primaria, una vez le dije a mi esposo “esta playera la tengo desde la primaria”, y el no podía creerlo. Se nota la diferencia… Son prendas de calidad.
Olivia: Lil, ¿cómo fue comprar tu primera prenda de lujo?
Lil: Cuando junté el dinero. Tenía mil dólares y quise invertir en lo que más tenía repetido en mi clóset, es decir, lo que más uso. La respeusta: jeans. Dije, “quiero unos jeans muy buenos, que voy a usar todos los días, que me encantan como se ven, se sienten etc” y asi fue. Para tu primera buena compra en prendas, piensa que vas a invertir en la que más vas a usar.
Otra prenda básica para mí son los sacos, entonces me puse a buscar específicamente por medidas, colores, fit… yo soy mucho de comprar en línea entonces checar las medidas y conocer las mías es importante. Saber el presupuesto que tenía en ese momento y que me permitía no endeudarme. También soy mucho de darme de alta con nuevos correos apra tener ese 10% de descuento en la primera compra, me vale jaja.
Investigar sobre las prácticas de esas marcas que sigues; cómo lo hicieron, en dónde y no porque este brandeado de gucci ya te garantiza que es algo bueno.
Olivia: ¿Cuál sería tu consejo para invertir en tu primera prenda de lujo?
Lil: Investigar sobre las prácticas de esas marcas que sigues; cómo lo hicieron, en dónde y no porque este brandeado de gucci ya te garantiza que es algo bueno.
Creo que es un buen momento para empoderarnos desde el punto de vista sustentable, ¡por fin algo bueno esta de moda! Ls marcas latinoamericanas tienen justo eso y ofrecen prendas que pocas personas van a portar, eso es un lujo también.
En cuestión de calzado es donde he visto más calidad; mis botas de mezcalero son las que usé en mi boda y fueron súper cómodas, ¡gran inversión esas botas! Hay ciertos zapatos de tacón como los de Prada que sí cuentan con un ajuste superior en la horma y en cómo te queda, ahi es cuando digo “sí lo valen”.
Olivia: ¿Qué opinas sobre usar la tarjeta de crédito o ahorrar para comprarte algo?
Liliana: Si tuviera al cliente perfecto me encantaría que sus lujos provinieran de los rendimientos de sus inversiones, es decir, ese dinero que puedo utilizar para mis gustitos. Hay que ver a las tarjetas de crédito como un medio de pago y no como un financiamiento.
Nunca paguen con su tarjeta de débito cualquier cosa, la tarjeta de crédito es ideal para hacer tus compras siempre y cuando sí tengas el dinero para pagarla. La regla dice que comprar algo con tu tarjeta de crédito a meses, por ejemplo, es que el producto que compres debe rendirte más de lo que dura la deuda. Haciendo mención al saco que te conté, lo pude comprar a seis meses sin intereses con mi american express, y no sería del todo erróneo porque es una prenda que invariablemente me va durar mucho más siempre y cuando esta deuda ocupe un lugar correcto en mi presupuesto.
Lo que no se vale es comprar a meses cuando ya tienes otras deudas acumuladas y que eso implique la mitad de tu sueldo. La tarjeta de crédito te suma puntos e incluso puedes pagar tu tarjeta con eso; el sistema está diseñado para eso entonces hay que ser un mejor consumidor en este mundo capitalista.
La regla dice que comprar algo con tu tarjeta de crédito a meses, por ejemplo, es que el producto que compres debe rendirte más de lo que dura la deuda.
Olivia: Me encanta cómo lo explicas, lo haces parecer super fácil, en el banco yo me estaría durmiendo ya…
Oye y ya hablando de más moda y descubrimientos, qué marcas mexicanas has descubierto recientemente que consideres una inversión:
Liliana: Conocí a Venetti en Espacio Vogue, es una marca de suéteres y prendas de punto increíbles; tengo un suéter verde bottega y lo cuido muchísimo. Los pantalones de El Llamafante tienen un fit increíble, cuestan entre 3mil y 4 mil pesos y se ven geniales si los styleas bien. Soy fan de Sandra Weil y de Cynthia Buttenklepper, ella hizo mi vestido de novia. Su marca es un gran ejemplo de calidad y es posible comprarlo. En Stendhal también tienen cosas súper bonitas y es viable comprarlo.