Puedes despertar y cuando lo haces desearías no hacerlo, te preguntas si puedes seguir soñando, alejadx de esa realidad que te espera más allá de las sábanas. Sabes que dormiste un día completo pero sigues cansadx, sabes que necesitas volver a dormir para que tu cerebro se olvide de lo que estás viviendo y de tus problemas. Podrías dormir un mes, tal vez nadie se dé cuenta.
Un día estarás despiertx, estarás alerta aunque duela
Todo parece pasar en cámara lenta; la ducha, el desayuno, el camino al trabajo. Te preparas para sonreír como tú sabes, responder que estás bien y tratar de seguir con el día como si nada pasara. Ansiosx que termine para volver a esa oscuridad segura y tranquila donde nadie a tu alrededor existe, donde no tienes que fingir.
La depresión es así, sabes que ahí está hasta cuando estás bien. Escuchas su respiración: está esperando, planeando su siguiente movimiento y cuando lo sientes lo único que queda por hacer es prepararse porque te vas a sentir solx. Aunque no lo estés, te vas a sentir unx perdedorx; aunque no lo seas, sentirás que todos tus amigos están mejor sin ti.
Quiero volver a cuando mis ventanas eran de sol y me despertaba el calor
Dormir es la mejor opción, correr a tu mecanismo de supervivencia cualquiera que sea, todo con tal de olvidar lo triste que todo parece ser y las ganas de llorar que siempre tienes. Ni el sol se siente cálido cuando estás así. La depresión es un compañero de cuarto que llegó y no planea irse, a veces se queda todo el año contigo y es en esas ocasiones cuando lloras hasta quedarte dormidx.
Recuerdas con cariño las veces que se ha ido de vacaciones porque te permite disfrutar. Te das cuenta que tus amigos no te estaban evitando, que no eres una carga para tu familia y que en el mundo hay esperanza, que para ti hay esperanza como una vez escuchaste en una canción: “hay tanto por qué seguir aquí. El mundo no es un mejor lugar sin ti”.
Otro día que me siento perdidx y nadie en el mundo lo parece notar
Para cuando todo vuelve a empezar te das cuenta que nadie lo sabe, porque la depresión es silenciosa, como una maleta que te acompaña a donde vas.
La depresión, la ansiedad, la neurosis… toda enfermedad mental es real, es palpable.
Y también son tratables, no importa lo que te diga esa voz. Es tratable y vas a estar bien.
Todo va a estar bien.
Línea telefónica para atención a la salud mental: 800 911 20 00
Línea UNAM: 55 52 59 81 21 y 562 22 22 88