Hace unos años descubrí una fotografía de mis abuelos paternos. Él, Antonio, no logramos coincidir en este mundo. Pero según el relato de mis padres era un hombre dedicado al campo. En mi imaginación se veía con un personaje secundario de película en blanco y negro. Pero en la foto se veía como un galán del cine de oro, ¡era guapísimo! Y la mujer a su lado: Micaela. No parece de más de 25 años y se ve tan linda que todas sus nietas nos sentimos halagadas cuando alguien nos encuentra un parecido con ella.

Hoy, a sus 94 años, conserva ese mismo encanto y estilo. Micaela cultiva dos cosas: la belleza y la espiritualidad. Desde que tengo memoria la recuerdo dedicando gran parte de sus mañanas a su rutina de belleza y tiempo de oración.

Estas son algunas cosas que me ha compartido y que he observado a lo largo del tiempo:

Cuida tu corazón.

La belleza comienza desde adentro. No hables mal o desees el mal a nadie, no dejes que la amargura se apodere de ti, porque se enferma el corazón. 

Disfruta la pausa y que el mundo gire. 

La puerta principal de la casa de la abuela casi siempre está abierta para recibir y conversar a cualquiera que pase por ahí. Sin embargo, rara vez recibe alguien sin antes hacer una larga rutina de belleza que comienza con un baño largo e hidratación de cuerpo y talco Maja. Solo entonces inicia la vida. A su propio ritmo. 

Muestra tu cabello rizado con orgullo. 

Mamá Chuy, mi bisabuela y Madre de Micaela, siempre nos decía que parte de la energía y belleza de las mujeres está en el cabello. Tratamos de mantenerlo natural y lucirlo digno de todo el espacio que ocupa. Con toda la carga histórica y afectiva que conlleva. 

Consejos de las abuelas del MEOW Team 

Olivia Meza, directora editorial

El mejor consejo de belleza que me dio mi abuelita fue el de creer en mí misma, en sentirme segura por dentro para mostrarlo por fuera. Mi abuela Olivia abogó muchísimo para que yo siguiera mis sueños, para que llegara alto y eso construyó mi autoestima. Ella contribuyó en gran parte para crecer como una mujer fuerte e independiente, que dentro de sus matices, me hizo ser quien soy hoy a mis 35 años. Una inspiración de belleza que me robé de mi abuela fue el rubor: recuerdo que tenía diferentes polvos compactos en diversos tonos de rojo y rosa, los combinaba todos y se ponía sobre las mejillas. Su tono de chapitas era particular y eso es algo que replico en mi propia rutina de maquillaje, me hace sentir despierta y un poco artista también.

Irving Alfaro, editor de música

Mi abuela materna se llamaba Rosa María, pero todos le decían “Rosita” de cariño. Ella siempre me dijo que mi cabello chino era muy bonito, que me lo cuidara mucho para que no me quedara calvo como mi padre… jajaajajaja! El punto es que me ponía un montón me menjurjes cuando era niño y de todos solo recuerdo el aloe vera. Ahora cada que lo uso me acuerdo de ella. 

Oralia Camacho, editora de belleza

Mi abuelita es la abuelita de las  body butters. Lleva toda la vida usando la crema Teatrical de rosas y lanolina. Es su arma secreta. Lleva toda la vida usándola.