Los primeros diez días del año son definitivos, absolutos, implacables y al menos así los he sentido. Ha sido la primera vez que me encuentro en un sitio fuera de lo común, rodeada de olas emocionales, de cambios y de responsabilidades; tengo la opción de aislarme, de escaparme, de llorar, pero ahora me sentí fuerte y quise enfrentar con sigilo y paciencia quién era esta nueva persona que me acompañará en los próximos días. Esta nueva persona soy yo y estoy al mando de este barco.
Un panorama apocalíptico se nos muestra y se nos advierte que es momento de actuar. Menos vueltas en la cabeza, más caso a nuestra intuición y a la empatía. Por ello, con este proyecto, MEOW Magazine, he decidido tomar nuevos rumbos para generar contenidos personales, auténticos y que nos permitan fantasear un poco con las infinitas posibilidades de la moda, de la belleza, del cine, las letras y el arte.
Veinte, veinte es un recordatorio que me indica inmensas ganas de aprender y de enseñar; un redundante que me invita a comprobar con hechos, a pensar antes de hablar. Veinte, veinte nos habla de dualidades, de fluir con ellas y de no aferrarnos ni a una u otra.
Este mes no empezamos de cero. Empezamos diez días tarde con una entrevista y sesión de moda con la actriz mexicana Paulina Dávila, quien hoy estrena el thriller Perdida, misma que protagoniza. Empezamos con seis años que nos respaldan como una plataforma de cultura de la moda local y abierta a creativos de todo el mundo quienes nos han compartido sus visiones y talentos a través de la fotografía, los textos, el diseño y la pasión. También tendremos nuevos contenidos respecto al deporte y el bienestar, a la diversidad y a la consciencia.
Este año pinta de colores tornasoles donde todo lo aprendido y superado en el anterior aquí cobrará vida en formas y personas de todo el planeta. MEOW Magazine continúa ondeando su bandera rosa y verde, un símbolo de amor, empatía, pasión y creatividad que siempre me recuerda por qué inicié en este camino y por qué no estaría haciendo otra cosa en su lugar.
Imagen principal de Ezequiel Montero Swinnen