El traje se desprende de sus normas convencionales, machistas y homogéneas para despertar un aire de locura y desenfado después de una noche de fiesta. El símbolo masculino de esta prenda también relaja su código estricto al ser portado por una mujer. Por ende, el traje masculino es también femenino y es al mismo tiempo un sinfín de promesas y posibilidades para encontrar ese amor (o por lo menos, cariño) a aquel atuendo que acompaña a muchos todos los días. Así, en esta STORY –la primera del año– el estilista Tino Portillo nos revela el carácter más rebelde, sensual y atrevido del traje sastre en esta serie blanco y negro fotografiada por Alberto Rebelo.
STORY: Girlfriend is Better
09.01.2020