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Fashion
Anatomía del Huipil
08.09.2020
Por Edna Pedraza
fotografía Abisai Navarro

El huipil es una de las máximas expresiones de México, es manifiesto indígena, un lazo que desde incontables años se extiende de abuela a madre y de madre a hija, un compendio de flora y fauna, un relato de la humanidad desde este lado del mundo. Es resistencia que se declara como una extraordinaria versión de alta costura.

“La prenda femenina de origen prehispánico más utilizada en la actualidad es el huipil. Consiste en un cuadrado o rectángulo de tela doblado a la mitad al que se le hace una abertura en el centro y dos en los costados para la cabeza y los brazos. El ancho y el largo del huipil varían de una comunidad a otra, dependiendo del gusto y las necesidades de la misma. Existen ejemplos de huipiles tradicionales elaborados con muchos lienzos. Pueden ser tan cortos y angostos que parezcan blusas ombligueras o bien largos y anchos vestidos”.

– El manual de la diseñadora descalza, Carla Fernández

Huipil de Villa Hidalgo Yalálag

Cuadrado y rectángulo, las bases del patronaje indígena

Los lienzos que dan forma a un huipil se traman en telar de cintura, técnica desarrollada, aprendida y aplicada desde la época prehispánica en México – y la cual se ejecuta en la actualidad prácticamente como en aquel entonces – sin la intervención de tijeras, resultando en prendas de silueta cuadrada o rectangular, formas geométricas que constituyen la base del patronaje indígena, donde no resaltan las curvas del cuerpo femenino.

Personalmente me maravilla lo moderna que resulta la forma de un huipil. Andrógina y libre, pues es el huipil el que se ajusta a las formas de quien lo porta, “a diferencia de las presiones que recibe el cuerpo de las mujeres en occidente” menciona Yásnaya Elena A. Gil en Ceñir el cuerpo “para encajar en un determinado número de talla con la que se actualiza también una opresión de género…”

Arte Textil

Entre los gráficos que con dedicación y tiempo se tejen en un huipil se puede leer la cosmovisión del grupo indígena que los confecciona – cada grupo cuenta con su propia iconografía – así como otras historias de la comunidad o de su propia creadora, de ahí el debate de que un huipil no debe cortarse para luego aplicarse como retazos en otras prendas. La historia queda entonces incompleta, como lo quedaría un libro, o una pintura al mutilarse.

Los huipiles se adornan también con motivos inspirados en plantas y animales,  y existen versiones donde se pueden observar detalles del mundo global que experimentamos, elementos de la cultura popular como dibujos animados.

La complejidad de un lienzo se eleva de acuerdo al arduo trabajo manual con el que toma forma. Hay huipiles como el de Xochistlahuaca o huipil amuzgo, elaborado por las mujeres Amuzgas de la Costa Chica, al sur de Guerrero, cuyo exquisito trabajo de brocado en el telar requiere de hasta 6 meses para la elaboración de dicho ornamento.

“Nuestro huipil se compone de 3 lienzos de unos 30 centímetros cada uno porque no podemos hacerlo de un solo lienzo por el ancho del telar; hacemos tres lienzos y luego los unimos para formar el huipil…

Cuando ya estoy comenzando el tejido en telar de cintura, empiezo a pensar en las figuras que voy a hacer con brocado. Aquí hay muchas figuras que bordamos, puede ser un lienzo con muchas flores, una guía, montañas, plantas o grecas; todo lo que plasmamos en nuestros huipiles, son elementos que hay aquí en la región.”

Amancia Merino, artesana de Xochistlahuaca, para Viernes Tradicional

El huipil además de identificar a su portadora como miembro de una comunidad indígena puede expresar su estado civil o su función dentro de la comunidad a través de sus íconos y/o colores.

Danza Xora en Santiago Ixtayutla

¿Usar huipil es apropiación?

Hay huipiles tanto para uso diario como aquellos reservados para ceremonias especiales, de aquí la gran importancia sobre todo cuando se es ajenx al grupo indígena que lo elabora, de tomarse el tiempo para conocer el huipil, pues – como lo platicamos en un instagram live con la diseñadora textil Claudia Muñozal portar uno de estos textiles se está realizando una apropiación, por lo que es fundamental hacerlo con el debido respeto y conocimiento. Existen huipiles exclusivos para el uso de miembros de la comunidad indígena donde se hacen como otros tantos confeccionados con fines comerciales.

Indumentaria sustentable

Si bien en nuestros días el uso de hilo de algodón industrial y otros materiales sintéticos se ha popularizado por su bajo costo, en su forma más pura un huipil es una prenda biodegradable. En su elaboración se emplea hilo de algodón teñido con tintes naturales como la grana cochinilla, el añil o el cempasúchil, por mencionar algunos; al no usarse tijeras y emplear los lienzos tal cual salen del telar no se genera desperdicio, tampoco hay botones, incluso si se le llega a adornar con plumas o piel de conejo, o se usa lana, mantendría esta cualidad que hoy más que nunca resulta indispensable.

Huipil de San Juan Colorado, Oaxaca

El extenso acervo de huipiles en México es único y exquisito, cada pieza es una ventana hacia procesos textiles que por generaciones han cobijado a una comunidad y a su historia. Los huipiles son obras de arte que adornan el cuerpo, lo envuelven en flores, lo mantienen fresco o lo protegen del frío, según la región de sus orígenes.

Para conocer más sobre huipiles y otros textiles e indumentaria mexicana te recomendamos seguir al Museo de Arte Popular, Lienzos Extraordinarios, a quien agradezco su apoyo para realizar este texto y al Museo Textil de Oaxaca.