¿Qué haces después del éxito desmedido de tu disco debut y una colaboración extraordinaria con Kurt Vile? Esas fueron las preguntas que probablemente cruzaron la mente de Courtney Barnett, una chica australiana que sorprendió al mundo en 2015 tras la salida de su primer LP: Sometimes i sit and think and sometimes i just sit, un disco fenomenal de rock alternativo con algunos destellos de blues y un sonido tan fresco, simple y crudo que sorprendió al mundo de la música alternativa y se ganó los elogios de la prensa especializada, incluyendo a Spin, Consequence of Sound, NME y Pitchfork, además de una nominación a los Grammy Awards en ese mismo año. El resto es historia.
Sus canciones sobre la vida cotidiana en Melbourne, los conflictos y dilemas de miles de jóvenes que habitan al otro lado del mundo, son retratados con tal crudeza, humor negro y cinismo, que por momentos podría ser muy gracioso y en otras verdaderamente escalofriante y horrible. “We drive to a house in Preston, we see police arresting a man with his hands in a bag, how’s that for first impressions? This place seems drepessing” se podía escuchar decir a una joven Barnett en 2015.
Después de 3 años, el pasado 12 de marzo por fin el mundo pudo escuchar lo que esta chica de 31 años tenía que decirle al mundo después de Sometimes… y el regreso es tan bueno como lo fueron sus inicios, tal vez no de una forma tan espectacular, pero sí para una primera impresión: logra crear un disco mucho más íntimo y maduro, por momentos cruel e introspectivo como su primer track: ‘Hopefulessness’, donde entre la pasividad y dureza de sus notas se escucha a Courtney cantar sobre lo difícil que es dejar de ser tan pesimista y tratar de pasar de la desesperanza a un estado mucho más alentador, manteniendo esa inteligencia y dinamismo en sus letras, tan característico desde sus primeros trabajos independientes con Milk Records.
La tesitura y composición de sus letras continua siendo el gran pilar de su originalidad y lo que más llama la atención en canciones como ‘I’m not your mother, i’m not your bitch‘, tal vez la única canción punk que podría haber encajado en su primer disco, con guitarras sucias y poderosas, como un rugido feroz de apenas 1 minuto y medio; mientras que ‘Help Yourself’, ‘Walkin’ on an eggshelf’ y ‘Sunday Roast’ hacen a un lado la estridencia y las guitarras distorsionadas para centrarse más en la fuerza interpretativa de Courtney con ritmos más apegados al blues y por momentos al stoner rock de QOTSA y The Black Keys.
Sus primeros sencillos ‘Nameless, Faceless’, ‘City looks Pretty’ y ‘Need a Little Time’ ya dejaban ver un poco la temática del nuevo disco, con un sonido más relajado que evoca a Joni Mitchell y John Cale, sin perder la irreverencia y rebeldía que una chica contemporánea de 31 años puede tener. En medio de millones de stalkers en redes sociales y el escrutinio de la prensa tras declarar abiertamente que es gay y que mantiene una relación con una chica 13 años mayor que ella, Courtney ha sabido mantenerse fuera de escándalos y situaciones incómodas para centrarse en su carrera musical.
El disco completo no sobrepasa los 40 minutos lo cual lo hace fácil de escuchar en su totalidad y sin mayores complicaciones, a pesar de ser mucho más lento, sin muchos coros y sin tantas melodías “hechas para la radio”, es decir, a pesar de no ser tan comercial como su antecesor, sí logra transmitir el sentimiento de cambio que Barnett buscó y logró desde su última colaboración con Kurt Vile. Como un cambio natural, sin complicaciones, como un respiro después de casi 3 años de gira por todo el mundo, como una forma de mostrar que puede dominar varios géneros y estilos musicales sin perder su esencia; Tell me how you really feel se impone como un disco que compite nuevamente entre lo mejor de este año, que en un suspiro ya ha llegado a la mitad de su vida.
Las Rolas: Walkin’ on an Eggshell, Need a Little time, City Looks pretty.
Si te late, escucha a: The Breeders, Alanis Morissette, Jen Cloher, Kurt Vile y Waxahatchee.
Calificación: 7.5 Maullidos
Escucha su nuevo disco aquí:
@littleremy