keyboard_arrow_left
close
keyboard_arrow_right
Travel
Entre el lago y el cielo, un encuentro en El Santuario
09.07.2021
Por Olivia Meza de la Orta

Todo huele a copal. La música es calmante, como un bálsamo, que no sabes muy bien de dónde viene. Lo que se ve es un jardín lleno de esculturas que te invitan ya a una dimensión distinta. A lo lejos, la presa de este lado de valle de Bravo absorbe y refleja el tenue sol que nos saluda esta mañana en El Santuario Resort & Spa.

La montaña sagrada

El secreto de este hotel es que llegó como una meditación a su creador Michel Domit y se eligió este sitio en particular –una montaña de cuarzo– para erigirlo en 1989. A Michel le habían ofrecido antes este sitio, pero el rechazó la propuesta. Sin embargo, en esta visión, Michel vio a su padre, que había muerto cuando él tenía 12 años, y no sólo le indicó que tenía que comprarla sino que sería la misión de su vida convertirla en un ejemplo mundial de convivencia entre el hombre y el medio ambiente.

La arquitectura y todos los conceptos que convergen en EL Santuario elevan la promesa de responsabilidad con el medio ambiente y también como un lazo espiritual en donde el descanso es esencial para el crecimiento y despertar de todo aquel quien lo visite.

It’s OK to Have a Break

Las 64 suites que conforman a El Santuario están identificadas con los hexagramas del libro sagrado chino I Ching, mismas que simbolizan las sesenta y cuatro permutaciones posibles, dispuestas en cascada, y que significan el tránsito en ascenso y en descenso hacia la apertura y el conocimiento de unx mismx. En donde yo tuve la fortuna de quedarme era La Restricción, y tenía una vista hermosa al lago y los cerros que la rodean la cual pude apreciar en cada instante, así como desde la piscina privada que tiene cada habitación.

Su bello restaurante, NA-HA , con una privilegiadas vistas del lago, honra la cultura gastronómica de la región a cargo del chef Alejandro Zuno. De mis platillos favoritos fueron los tacos vegetarianos, la ensalada cesar con camarones (la lechuga es asada) y la sopa de tortilla. ¡El brunch dominical es una visita imperdible!

El recinto está construido sobre una montaña, asi que prepárate para subir y bajar para explorar todo lo que hay aquí. Contempla sus hermosos jardines; las fuentes, los espacios para meditar y sus múltiples piscinas. Si tienes ganas de más puedes dar un paseo en lancha o velero con vino espumoso y después darte un merecido masaje en su centro holístico.

Ideal para ir con: ¡Solo! O con tu BFF o pareja. También es familiar. No aceptan mascotas

Fotografías cortesía de El Santuario