Una artista mexicana en otro país. Un enunciado que hemos leído o escuchado en no muchas ocasiones, sobre todo si es mujer. Por ello, Liz Hernandez es parte de nuestra entrega #Inspower –recordemos que el girl power, inspires– y justamente hablar de empoderamiento es un tema que recorre los procesos y pensamientos de Liz como artista y en su vida diaria.
Mexicana de nacimiento y residente en Oakland, California, Liz estuvo siempre muy ligada a las disciplinas creativas. Desde el diseño industrial, las artes plásticas e incluso un exquisito gusto por la música y la moda, conviven de alguna forma en su obra joven que se despunta como una gran promesa en la industria. Asimismo, Liz ha recorrido un camino en donde México está presente todo el tiempo y cómo ha tenido que enfrentar y tomar todos estos retos en inspiradoras piezas que merecen estar en el espacio de cada lector que está ahora revisando esta nota. Platicamos un poco con ella, ¡prepárate para inspirarte!
1. Platícanos un poco cómo iniciaste como artista.
Aunque siempre me gustó mucho dibujar y pintar, nunca me imaginé tener el privilegio de considerarme artista. Estuve muy influenciada por lo que mi familia me decía; que siendo artista no puedes tener un buen futuro y lo mejor sería estudiar una carrera más práctica. Estudié Diseño Industrial y aunque siempre me fue más o menos en mis clases (jajaja) mis maestros y compañeros estaban un poco confundidos de por qué elegí ese camino. Para mi se me hacía interesante combinar los procesos y técnicas de arte y diseño, era algo que podía impulsar un pensamiento más experimental y ver problemas desde otros puntos de vista, además de enriquecer el resultado final.
En mi último año de la carrera me junté con unos amigos de mi escuela y decidimos participar en una convocatoria para ganar una beca que financiaría un proyecto de arte con mensaje social. Éramos un equipo multidisciplinario de escultores, artistas, historiadores, y diseñadores principalmente latinoamericanos. Nuestra propuesta se llamaba Tortillería Horizontal, una plataforma cultural que invitaba al público a hacer sus propias tortillas y ser parte de una serie de charlas, talleres, conciertos y comilonas girando en torno al maíz; su importancia cultural y las problemáticas impuestas por el maíz transgénico en México. Ganamos la beca y nos lanzamos al sur de la Ciudad de México para elaborar el proyecto que duró poco más de un mes.
Al regresar a Oakland sin trabajo y recién graduada tenía mucho tiempo libre, y mientras mandaba aplicaciones de trabajo empecé a dibujar y pintar un poco más. Fue gracias a mi novio y colaborador, Ryan Whelan, quien me motivó a mostrar mis pinturas ya que yo no estaba muy convencida de mí misma. Tuve algunas piezas en galerías pequeñas donde fueron bien recibidas, y eso me motivó a seguir experimentando. A veces me cuesta trabajo pensar que hace dos años ¡armé mi primer lienzo!
2. En tu trabajo hay una relación directa con tu origen mexicano, ¿cómo ha sido esta relación con el arte y tu identidad? ¿Existe algún motivo en particular que te impulsó a voltear a tu cultura?
Ahora más que nunca, por el clima político que vivimos, creo que el simple hecho de estar presente en cualquier espacio o institución y no ocultar mi identidad Mexicana me hace sentir empoderada. Creo que la principal razón fue llegar a Estados Unidos y empezar a desafiar la idea que las personas tienen de ‘lo mexicano’. Los americanos piensan que los mexicanos son todos iguales, lo que borra mucha de la diversidad cultural de nuestro país. Así, casi casi sin querer, me tomé muy en serio mi identidad y quería que mi voz fuera escuchada.
Desde ese momento, y viendo a México de lejos, empecé a ver todos estos objetos, lugares y momentos cotidianos que representan nuestra cultura y decidí elevarlos y pintarlos en un lienzo aunque estas cosas fueran objetos y situaciones del día a día. Además de eso, yo no he podido identificarme con el arte Chicano que se exhibe en E.U. ya que habla de una historia que no es mía. El arte con influencia Mexicana aquí cae mucho en los mismos clichés y considero que México es mucho más que Frida Kahlo y el Día de Muertos. Recuerdo vivir en la Ciudad de México y no había día que no encontrara o pasara algo que me llamara la atención, algo surreal que me hiciera decir “¡sólo en México!”.
Pienso que otro motivo fue que cuando vine a California, la conversación con maestros y compañeros giraba alrededor de lo creativo en Europa y Estados Unidos. Siempre se referían a eso como “lo bueno” y parecía que para ellos era “lo único”. Aunque reconozco lo valioso que es y sin duda, la gran aportación que han tenido, yo encontraba buen diseño/arte en el día a día en México.
Creo que nunca fue elevado por ser creado por lo que consideran “el tercer mundo”, pero yo creo que el buen diseño es encontrar una solución a un problema real, y si se resuelve con el material y técnicas que están al alcance de una comunidad es aún mejor. Aunque mucha de mi obra últimamente ha sido inspirada en esto, también me enfoco en otros temas; me gusta la cerámica y también he tenido la oportunidad de crear algunas prendas.
3. Tu obra me inspira a la tranquilidad y la contemplación, ¿hay algún mensaje que desees transmitir a través de ella o es totalmente abierta a la interpretación?
Trabajo en mis piezas cuando estoy en un estado de contemplación y concentración, así que probablemente tienen esa misma energía. Me gusta pensar que mi obra invita a las personas a ir más despacio y apreciar las pequeñas cosas y momentos que nos rodean y que vean esos objetos y lugares como algo muy especial aunque sea parte de todos los días. Creo que vivimos rodeados de objetos y lugares con mucha historia que contar.
4. Como artista mexicana en Estados Unidos, ¿cómo ha sido el proceso de adentrarte en el círculo de artistas en Oakland? ¿Y en México cómo ha sido; una aceptación u obstáculo?
A lo mejor es porque he tenido suerte, pero fue muy sencillo. Oakland es una ciudad bastante liberal y diversa que tiene valores de colaboración y comunidad muy fuertes. No siento que haya un sentimiento de competencia entre artistas, es más bien apoyo y contribución, y eso sin duda hace más fuerte nuestra escena local. Siempre me he sentido bienvenida aquí, sobre todo por otros artistas como yo que quieren un círculo de arte más inclusivo donde no sólo sean los mismos artistas una y otra vez sin dar lugar a nuevos.
La verdad no siento que pueda comentar mucho al respecto sobre México ya que no he tenido la oportunidad de mostrar mi trabajo allá ni de adentrarme mucho a su círculo de artistas. Aunque cuando vivía allá tuve la oportunidad de pasar tiempo con algunos amigos creativos como Taller Nu, Macolen y Ediciones Hungría quienes me dejaron con un muy buen sabor de boca.
5. ¿Cuál es tu perspectiva sobre el arte contemporáneo en la actualidad?
Creo que el arte depende de varias cosas y una de ellas es su locación. No puedo hablar del arte contemporáneo como uno solo, pero sí puedo platicar un poco sobre mi perspectiva de la comunidad artística que me rodea. Aquí en el área de la bahía de San Francisco hay muchas instituciones y galerías que se enfocan en arte con un mensaje social y algunas otras que se enfocan a arte más comercial. Además hay muchos espacios independientes que se enfocan en arte más experimental y un poco más radical que desafía a las instituciones más establecidas. Creo que ahora hay más espacios donde otros artistas pueden mostrar su obra, no necesariamente en un espacio de paredes blancas, lo que ha hecho que puedas estar expuesto a muy diferentes perspectivas en una sola área o ciudad.
6. ¿Hay muchas mujeres haciendo arte o sigue siendo más un rubro dominado por hombres? ¿Esto te ha influido o perjudicado de alguna forma?
Creo que el mundo del arte ha sido dominado por hombres y aún sigue siendo así. A veces la gente piensa que el problema del sexismo en el arte es cosa del pasado, pero sigue muy presente. La diferencia es que hace algunas décadas ese sexismo y racismo eran mucho más evidentes; algunos galeristas y artistas decían abiertamente que el arte creado por mujeres y personas de color no era suficientemente bueno para ser parte de un museo o galería.
Ese sentimiento sigue ahí, sólo que más codificado y difícil de distinguir, no se dice tan abiertamente como antes. Afortunadamente, artistas e instituciones alternativas han rechazando ese sistema y estamos construyendo nuestro propio mundo donde artistas pueden exhibir sin importar su género o raza, lo que importa es su trabajo.
En lo personal, eso me ha influido mucho. La primera vez que vi el trabajo de las Guerrilla Girls, me sentí muy inspirada. Yo tomo esta situación de desigualdad como un reto, cada vez que he sido parte de una exposición grupal y veo que soy una de las únicas mujeres en la lista me inspira a trabajar más y poder ser mejor, además de apoyar a otra mujeres a ser parte de más exhibiciones o tener puestos curatoriales en galerías y museos. He sido parte de exposiciones grupales donde los artistas son principalmente mujeres o personas que se definen como ‘queer’, aunque sé que eso es porque vivo en un lugar muy inclusivo, en otras partes del mundo no es así y por eso es importante impulsar el mensaje.
7. ¿Cuáles son tus canciones favoritas últimamente para hacer arte?
Algunas de mis canciones favoritas para trabajar son “Pontos de Luz” de Gal Costa, “Ain’t it a Sin” de Charles Bradley, “Bobby” de Alex G y “Come on Home” de Lijadu Sisters. Mis artistas favoritos últimamente han sido brasileños como Gal Costa y Jorge Ben, además de Charles Bradley y una compilación increíble de artistas africanos llamada Bobo Yeye: Belle Époque in Upper Volta.
A veces me paso horas trabajando y me aburro un poco de mis selecciones, así que me pongo a escuchar podcasts, recomiendo uno llamado 99% Invisible que trata acerca de todo el pensamiento que entra en las cosas en las que no pensamos: la arquitectura y el diseño desapercibidos que dan forma a nuestro mundo. Hay uno muy bueno sobre el diseño de los juegos olímpicos de 1968 en México, ¡recomendadísimo!
8. ¿Qué proyectos vienen en puerta para tu carrera?
Ahorita estoy trabajando en unas pinturas que se van a Pop & Scott, que es un estudio de muebles y objetos para el hogar en Australia que he estado siguiendo en Instagram desde hace tiempo. Después de eso vienen algunas exposiciones grupales a fin de año: Hashimoto Contemporary en San Francisco, y Good Mother Gallery en Oakland. En invierno del 2018 tengo mi primer show en grande junto con Ryan Whelan quien ha sido mi colaborador desde que empecé a pintar; la exposición será en Athen B Gallery en Oakland en Noviembre 2018. Eso será un gran reto pero me emociona muchísimo. Y para ser sincera, me encantaría poder mandar unas pinturas a México.
9. ¿Cuáles son tus materiales favoritos para trabajar? ¿Te gustaría experimentar con nuevos; cuáles?
Mi material favorito para trabajar es el barro, pero hace como dos años que no he podido tener acceso a un torno, ya que es muy caro y difícil en donde vivo. Me quedé con todo mi barro y empecé a pintar con él y ha sido mi principal medio de experimentación. Me gusta experimentar con materiales con los que generalmente construyes un objeto (como el barro) ya que utilizas el color y la textura del material en la pieza. Últimamente he estado pensando en experimentar con la hoja de oro.
10. Tu color obsesión del momento:
Llevo un rato obsesionada con los diferentes colores que tiene el barro. Su color específico proviene de una composición mineral única, y eso hace que aunque se vean todos de color rojo, cuando salen del horno (o en mi caso, al momento de pintar) puedas apreciar los diferentes tonos y texturas de ese color. Me encanta el color de terracota rosada y además el color oro. ¡Esa combinación es mi obsesión!
11. Sobre tu estilo al vestir, ¿cómo lo definirías?
Pienso en el estilo como parte de mi proceso creativo. Disfruto jugando con ropa porque básicamente puedes decidir quién quieres ser ese día. A veces me siento muy femenina y me gusta usar y tacones, pero a veces uso solo jeans y playera negra con mis Vans Sk8-Hi que me recuerdan a mi adolescencia. Todos los días puedo ser la persona a la que me despierto sintiendo. Mi estilo siempre está cambiando y, en general, encuentro que mi entorno y lo que veo lo inspiran. Obtengo mi inspiración de lugares diferentes (como películas, artistas y gente que me rodea) y termino siendo este extraño mashup de estilos.
Si tuviera que definirlo, me gusta la mezclilla en todas sus presentaciones, para mí es una tela con mucha historia y como siempre estoy trabajando, necesito estar cómoda. Cuando me siento más relajada, disfruto de las fibras naturales, mi favorita es el lino. Aunque disfruto de líneas minimalistas y cortes cuadrados, disfruto también los dobladillos deshilachados, los estampados y colores muy llamativos de vez en cuando, también. Para mí, un par de buenos zapatos es la parte más importante de un outfit.
12. Tu dream collaboration:
Me encantaría poder colaborar con Ilana Kohn quien es una ilustradora y diseñadora de NY. Su línea de ropa tiene siluetas muy básicas que serían el lienzo perfecto para algunos diseños y estampados que tengo en mente. También moriría por colaborar con Rachel Levit Ruiz, una ilustradora Mexicana a la que he seguido por muchos años. ¡Soy muy fan de su trabajo!
13. ¿Qué consejo le darías a las chicas que nos leen y quieren ser artistas?
Mi consejo es tomar los obstáculos que vayas encontrando y los tomes como un desafío que te haga creer en ti y echarle aún más ganas. Planea tu tiempo, porque si eres como yo que tiene un trabajo de tiempo completo y además quieres tener tiempo para trabajar en tu obra, tienes que ser muy organizada y comprometerte a dedicarle tiempo a tu práctica como artista.
Mucha gente que es creativa cree que deben trabajar solo cuando se sienten inspirados, pero aprendí a que si le dedicas tiempo a tu trabajo aunque no se te ocurra nada, poco a poco te acostumbras a utilizar ese tiempo para trabajar en tus piezas de una u otra manera. Nunca te compares, eso arruina tu originalidad, además es importante seguir tu intuición.