Cuando se trata del vestido en su máximo grado de inteligencia, las diseñadoras tapatías Julia y Renata Franco lo han logrado y en este supremo alcance dejaron clara su habilidad sobre la experimentación sobre el cuerpo, su deconstrucción en volúmenes y la apreciación meticulosa por los acabados durante su desfile Primavera-verano 2020 en Fashion Week México. Un acercamiento simplista refiriéndome a la abstracción pero también al aprovechamiento total del lienzo textil para crear vestidos, capas, pantalones y blusones enaltecieron su oficio como creadoras de moda.
Gabardina de algodón, crepé de seda, lino y voile fueron los materiales principales que pude notar en el lento caminar de las modelos durante la pasarela. Todas ellas iban peinadas con una modesta trenza y raya en medio; ruborizadas y entintadas en labios de forma muy natural. El concepto de la marca JULIA Y RENATA era notorio en su sentido de abordar volúmenes y trabajarlos genialmente sobre el cuerpo femenino, jamás ajustado pero de presencia profundamente elegante. Sin embargo me saltó un poco que todo el casting fuera 90% cabelleras rubias y pelirrojas, pero supongo tendría un motivo para las diseñadoras.
En esta colección, se inspiraron en interpretar prendas tradicionales mexicanas como el calzón largo, el huipil y la capa siendo la amplitud un factor importante para el libre movimiento del cuerpo. Se adornaron con texturas como alforzas, plisados, pliegues y jaretas para especificar los tobillos en los pantalones abombados. La simetría y asimetría fueron otras cualidades que resaltaron en los looks mientras que los accesorios esculturales y minimalistas de Rodete Estudio complementaban este regreso terrenal con materiales como el metal, la madera y la piedra.