En 2005 el mundo estaba sumergido en la ola del indie, un término que definía y agrupaba a muchas bandas y propuestas de la época orientadas en su mayoría al rock pop, al folk y a una versión edulcorada del post-punk. Estas bandas con un sonido muy suave, digerible y amigable se alejaban de la estridencia de la bandas de los 90 y comenzaron a reclamar sus espacios de interacción e inspiración creativa en lugares como internet, específicamente en las primigenias formas de redes sociales: Youtube y MySpace, que a la postre le dieron al mundo las primeras grandes bandas del género como Broken Social Scene, Franz Ferdinand y The Artic Monkeys, que fueron las catapultas de este nuevo movimiento musical.
De ese cambio generacional que ya no veía a los medios tradicionales como el lugar privilegiado para el éxito, viene Rose Elinor Dougall, quien desde los 19 años comenzó su carrera artística al frente de The Pipettes, una banda de indie pop que trató de reivindicar y revivir el sonido del pop sesentero de Phil Spector con un estilo moderno. Durante 2006 y 2007 se promocionaron cinco sencillos de su primer álbum Judy, Pull Shapes, Your kisses are wasted on me, Dirty Mind y Becuse it’s not love (but it still a feeling), con los que prácticamente llegaron a todo el mundo, gracias a las efectivas armonías vocales que las tres mujeres de la banda (incluida Rose) lograban con canciones increíblemente básicas, sin mayor instrumentación, ni producción. Era como si se tratara de un grupo pop de chicas de 1964 trasladado 44 años en el futuro. Incluso su look era totalmente retro.
Sin embargo, un año más tarde, RiotBecki y Rosey dejarían la banda para seguir en proyectos personales: la primera se alejaría del medio para formar una familia y la segunda continuaría su carrera como solista. A partir de entonces “Rosey” quedaría atrás para ser reemplazado por su nombre de pila, Rose Elinor y pondría en marcha la grabación de su primer disco ‘Without Why’, que vería la luz en 2010 y contaría con cuatro sencillos promocionales: Another version of pop song, Star/Stop/Synchro, Fallling over y Find me out, que serían bien recibidos por la crítica local inglesa, gracias a la potente voz de Rose, con un marcado acento británico de Brighton, que en momentos recuerda un poco a Bat for Lashes.
Tiempo después vendrían dos EPs con un sonido mucho más oscuro y experimental, casi rayando el dream pop y la psicodelia (‘The Distractions’ y ‘Future Vanishes’), muy característicos de la banda TOY, donde su hermano Thomas Dougall toca la guitarra y con quien colaboraría para dos canciones durante el RSD en 2015.
En 2017, Dougall anunciaría la salida de ‘Stellular’, su segundo trabajo musical que lograría colarse a las listas de NME, Pitchfork, Under The Radar y The Guardian, al tratarse de un álbum con una madurez impresionante, mucho más consistente y con una voz mucho más profunda y utópica por parte de Rose, sobre todo en canciones como Take youself with you, Answer me, Dive y Wanderer, que junto a los sencillos ‘Space to be’ y ‘Stellular’, impulsarían al disco y la carrera de la ex-pipette de forma impecable a nivel internacional.
A principios de este año, se anunció la salida de su tercer disco ‘A New Illusion’ para el próximo 5 de abril, del cual ya se ha estrenado el primer sencillo ‘First Sign’, con un ritmo mucho más tranquilo y downtempo acompañado por un Sax que le da cierta sensualidad a la voz de Dougall y se siente como un guiño hacia el R&B y el Soul, tal vez el alma del nuevo material.
Rose Elinor es una de las pocas artistas que se ha mantenido fiel a sus inicios dentro de la escena Indie de Reino Unido, y por lo tanto, no puede quedar fuera de tu radar musical este año. Sobre todo tratándose de una chica que ha sabido mantenerse vigente sin la necesidad de explotar su imagen en un mundo dominado por redes sociales y un género hipersexualizado como el Pop.
Hoy es un buen día para comenzar a escuchar la música de Rose Elinor Dougall.
@littleremy