En el amplio espectro de los oficios artesanales, la cerámica de Aguaviva nace por la expresión creativa de las hermanas Daniela y Andrea Reed-Leal. Originarias de Cholula, Puebla, crecieron entre los pinceles, el barro y herramientas que les sembraron su interés por el arte y el diseño mexicano.
En nuestra entrevista para conocer más a fondo sobre este proyecto de cerámica que comenzó hace 10 años, las hermanas Reed-Leal nos comparten cómo fue crecer observando el proceso tradicional de la Talavera y cómo entre ellas han creado imaginarios que exploran también otros medios y formatos.
ENTREVISTA
Olivia: ¿Cuándo nació aguaviva y bajo qué inquietudes?
Reed-Leal: AGUAVIVA nació hace 10 años con piezas que comenzamos a hacer y diseñar. Desde chicas estuvimos rodeadas del proceso tradicional de la Talavera, pues durante un tiempo nuestra madre pintó sobre este medio. Al explorar los procesos, pigmentos y formas tradicionales de la Talavera, nos entusiasmaba ir hacia nuevos lugares, estilos, colores y formas, sin dejar de elogiar el arte tan hermoso y lleno de historia de la Talavera poblana.
Olivia: ¿Cómo describen sus procesos artesanales y/o colaboraciones con lxs artesanxs?
Reed-Leal: Hemos aprendido a hacer este arte junto con un equipo de especialistas que nos ha acogido y con quienes llevamos trabajando más de 10 años. Compartimos el taller desde entonces y trabajamos con Gustavo, Claudia, Eli, Esmeralda y Julieta.
Entendemos el proceso artesanal como uno que presta atención y cuidado a los detalles; es un proceso muchas veces lento y que requiere trabajo manual. Algunas de nuestras piezas son moldeadas a mano, aunque en los últimos dos años, hemos transitado también a los moldes por las nuevas posibilidades que nos pueden dar, firmeza en la pieza y más estabilidad en el horneado. Parte del proceso que continúa es esmaltar y pintar a mano. Y después cada pieza entra dos veces al horno durante más de ocho horas. Es un proceso lento y artesanal.
O: ¿Cuál es la parte más desafiante de trabajar con el barro y específicamente con la talavera?
RL: Trabajar con barro es un arte, no sólo una artesanía. Requiere de mucho conocimiento manual y técnico. Toma tiempo hacer cada una de las piezas. Quizá de lo más desafiante de trabajar con el barro un poco pensado a media escala es cumplir con las expectativas del cliente que está acostumbrado a objetos que se producen rápido. Existe en el mercado una idea del objeto perfecto y estandarizado. Nuestras piezas al ser hechas a mano son únicas; es un reto, muchas veces, compartir esta apreciación por los detalles únicos que puede tener cada pieza de barro en su textura, en su temporalidad, en su tamaño que puede variar entre una pieza y otra. Diría que un desafío es crecer como marca.
Trabajar con barro es un arte, no sólo una artesanía.
O: En su colección Jardín, que está llena de colores y formas de ensueño, ¿de dónde parte la inspiración?
RL: Cada año proponemos una colección nueva. Buscaba retratar el jardín como espacio de descanso y gozo, donde crecen cosas bellas, como plantas y flores de olores deliciosos, especies y árboles. La metáfora de la colección es florecer, sembrar en nosotras una vida de cuidados y afectos. Pequeños rituales del día a día con agua viva de descanso como tomar un té o un café caliente en las mañanas y suspender un poco la vida acelerada que nos rodea.
O: ¿Qué suena en el taller de Aguaviva?
RL: Suenan cumbias en la radio; conversaciones de la vida cotidiana de mesa a mesa; las pisadas de Gustavo que van de un espacio a otro, llevando piezas al horno y del horno a la habitación de secado; los perros cuidadores que le ladran a un transeúnte cerca; los esmaltes en líquido moviéndose con la pala de madera para continuar frescos.
Buscaba retratar el jardín como espacio de descanso y gozo, donde crecen cosas bellas, como plantas y flores de olores deliciosos, especies y árboles.
O: Como emprendedoras, ¿cuál ha sido su reto más importante hasta ahora?
RL: El reto más importante ha sido poder ganar estabilidad y constancia. Hemos fortalecido nuestras redes de colaboración y sin embargo después de tantos años continúa siendo un reto mantenernos a flote.
O: ¿Qué proyectos o planes tienen para el siguiente año?
RL: Tenemos muchas ganas de continuar en eL 2025 con una nueva colección que pronto anunciaremos. Nos entusiasma mantener nuestra red de clientas y nuestra comunidad que nos ha acompañado estos años. Nos gustaría seguir creciendo y quizá pronto poder ofrecer también un espacio físico donde puedan encontrar piezas de aguaviva.
O: Si Aguaviva hiciera una colaboración con una marca de moda/ proyecto o artista específico, ¿cuál sería y por qué? (Puede ser nacional o internacional)
RL: Colaboramos ya mucho con Tsubomi, una marca hermana de moda sustentable y de quién es diseñadora Daniela Reed. Andrea se dedica también a proyectos artísticos Impresos y a la investigación de la Cerámica en la historia de México. Para nosotras es importante que las colaboraciones sean con marcas que comparten nuestros valores y nuestro interés de crear objetos cuidados y de alta calidad. Tsubomi es una marca de ropa mexicana que se preocupa por el medio ambiente y y creamos piezas en conjunto con nuestros aretes; es un enredo muy bonito entre cerámica y textil.
Admiramos a muchas artistas y proyectos cerámicos que tenemos en México y sin duda no se entusiasmaría colaborar con cualquiera de ellos: Melissa Ávila, Perro y Arena, Laura Huerta y Daniela Plasencia.
Puede encontrar las piezas de Aguaviva en su tienda en línea y en sus puntos de venta de CDMX, Oaxaca, Querétaro y Chicago.
Fotografías cortesía de la marca