A finales de octubre y principios de noviembre los campos, mercados y hogares en distintos puntos del país aromatizan sus espacios con flor de cempasúchil, un llamado que une a vivos y a muertos, que nos envuelve de recuerdos.
Sin embargo, aunque esta especie es característica de las festividades por Día de Muertos, sus usos van más allá del más allá. Ha estado presente en la herbolaria mexicana a través de la historia, incluso desde la época prehispánica.

La flor de los 20 pétalos (el significado de su nombre en náhuatl) nos inspira y alivia de distintas maneras, por ejemplo:
Herbolaria
En infusión se emplea para problemas digestivos y cólicos. También se usa para combatir resfriados.
Textiles
Se puede obtener colorante natural para teñir prendas en hasta 10 tonos distintos, como los tradicionales gabanes y rebozos de San Andrés Hueyapan, Puebla o en los tapetes de lana de Teotitlán del Valle, Oaxaca. Dato curioso: al secar el pigmento sobre el textil en un día soleado obtendrás coloraciones más doradas debido a su oxidación. ¡WOW!

Cómics
Hay una novela gráfica que se llama “La Leyenda de la Flor de Cempasúchil”, fue creada por los tlaxcaltecas Josefina López y Enrique Flores.
Gastronomía
Le da sabor al pulque y galletas. A la crema de flor de cempasúchil, tortitas o nieve, también.

La cempasúchil florece después de la época de lluvias, de julio a noviembre; además, se cultiva en por lo menos 14 estados, entre ellos, Puebla, Ciudad de México, Guanajuato, Tlaxcala e Hidalgo. ¡Estamos rodeadxs de ellas!