¿Cómo se teñirá el año 2025? Instituciones y agencias de tendencias realizan exhaustivas investigaciones que en conjunto nos hablan sobre el lenguaje del color y sus diversas manifestaciones en el clima cultural 2025.

Para unxs el Mocha Mousse de Pantone resulta ‘el nuevo negro’, para otrxs el Bambú de Comex parece un poco tardío pero al mismo tiempo necesario, y por otro lado, Trendo propone que la acidez cítrica es la alerta que invocamos como el color del año.

Gracias al internet, se nos recuerda de una forma casi dictatorial, el abanico de colores que ‘regirán’ nuestras decisiones de consumo, sin embargo, entre matices podemos leer más allá de lo obvio sobre el resultado de nuestras conductas y cómo se refleja en la cultura.

Esta es una breve reflexión sobre cuatro colores que están dispuestos a expresar este nuevo zeitgeist, ¿tu qué piensas?

MOCHA MOUSSE, de PANTONE

Pese a las críticas en redes sociales, el color del año que propone Pantone Color Institute es Mocha Mousse. Un tono marrón y cálido que “detecta las cualidades del chocolate y el café, respondiendo a nuestro deseo por la comodidad”. Si bien este tono nos recuerda a diferentes periodos de austeridad en la historia de la moda, tal y como los uniformes marrones post-guerra hasta el color grunge por excelencia de los años 90, ha regresado con ávidos gritos de lujo y estatus. Asimismo nos hace pensar en el placer que sentimos al comer ese postre de chocolate (¿o seré solo yo?).

En mi opinión, creo que es un color con profundidad, que sin el efecto dopamina que quisieron postularlo, enuncia la conexión urgente que necesitamos tener con la tierra y los colores naturales de las fibras orgánicas. Quizá si se hubiera descrito de esta forma tendría más sentido para mí que pensar en mi postre favorito del Sumesa.

BAMBÚ, de COMEX

Para la empresa mexicana COMEX, el color del año se anunció como un resultado de diversas disciplinas, en donde diferentes creativos y creativas trabajaron paletas de colores que revelan los sueños, inspiraciones y la cotidianidad en las que se ven inmersos desde sus ramas y oficios de diseño.

Para COMEX, el Bambú es un símbolo de regeneración y transformación en la conexión que existe entre la naturaleza, la tecnología y la posibilidad de crear futuros más optimistas y sustentables.

En una conversación con concesionarios de la marca, comentaron que era un color ‘arriesgado’ para usar en los interiores, pero que aun así les causaba curiosidad cómo lo combinarían los usuarios en sus espacios. Es imposible no pensar en el álbum Brat de Charlie XCX, que vimos como un glitch interminable del internet en el verano 2024, cuando mencionamos el Bambú como color del año, y que gracias a su tono vibrante, tiene ese efecto deseable entre las generaciones más jóvenes.

Para la industria de la moda, este color se revela como un acento lúdico entre la austeridad marrón y la etiqueta del traje de gala: refleja el ‘no tomarse tan en serio las cosas’.

NARANJA DULCE, de TRENDO

Activista y brillante, la corriente cítrica llegó a la agencia mexicana Trendo para definir que el Naranja Dulce es el color del año. “Es el color de un nuevo normal […] una señal que avisa que el resto del siglo está en alerta”, menciona Gustavo Prado. Y nos hace sentido que en lugar del amarillo, el color del fuego sea el que nos hable de esta urgencia por atender las crisis climáticas y sociales por las que atravesamos a nivel mundial. Sin duda me hace pensar también en los Cheetos y en la variedad de cocadas tradicionales de los puestos de dulces.

Trendo justifica su selección con movimientos activistas como JUST STOP OIL en donde pintan con aerosol naranja fluorescente icónicas obras de arte o monumentos en Europa. En México también nos habla del deporte, ¿no vimos la campaña naranja de Nike durante el Maratón de la Ciudad de México? Y también anuncia su presencia protagónica en diversas propuestas de estilo para la Primavera 2025.

FUTURE DUSK, de COLORO + WGSN

Azul violeta, misterioso, casi negro pero casi índigo: Future Dusk revelado por COLORO + WGSN representa “el misterio y es escapismo; temas de transición –de la oscuridad a la luz o del anochecer al amanecer– un tono perfecto para este periodo de inevitables cambios”. Y aunado a ello, el sombrío panorama político que se aproxima este año se confirma en este color que pareciera ser el tono de las cenizas de un posible renacimiento; de un ave fénix que vuelve a emprender vuelo.

Asimismo, también nos habla de cierta extravagancia cuando se menciona el turismo espacial hasta el rápido incremento del comercio y la minería de asteroides entre los trillonarios.

En la moda, Future Dusk es un asomo a la opulencia y a las innovaciones tecnológicas textiles que francamente me parece un poco aburrido.

Una bandera personal

Analizar el lenguaje del color como una posible respuesta o dirección en las tendencias de consumo, surgen las dudas sobre su ‘diversidad, inclusión y sostenibilidad’ de una forma holística. Pensar en colores para algunos puede funcionar y ser una herramienta, sin embargo, las realidades en las cuales se experimenta son tan infinitas como posibles.

Aunque algunos medios de comunicación y marcas se guíen sobre estos preceptos, debemos dejar siempre el beneficio de la duda para que seamos nosotrxs quienes decidamos con qué colores deseamos experimentar la vida.

Todas las imágenes son de pasarelas Primavera-verano y Otoño-invierno 2025