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Music
Los 10 mejores discos del 2k17
19.12.2017
Por Irving Alfaro

El 2017 está a punto de terminar y como es costumbre, las revistas especializadas de música en todo el mundo comienzan a publicar las listas con lo que consideran fue lo mejor a nivel internacional.

Claro, todas son tan subjetivas e hilarantes como la seriedad de la revista en cuestión, pero incluso así, a todos nos encantan las listas y siempre terminamos revisando una o todas las que nos encontramos en la red y revistas, con la esperanza de hallar el disco que nos voló la cabeza y el lugar en el que podría estar. Este año no es la excepción y por eso en Meow nos dimos a la tarea de hacer un pequeño top-ten con lo mejor del año en materia musical, con géneros tan variados como interesantes.

10. Rose Elinor Dougall – Stellular
La ex-Pipette, continúa su prolífica carrera solista con un segundo LP, tras 7 años de espera y alguno que otro EP, Stellular fue lanzado a principios de año, sorprendiendo de inmediato en los charts ingleses debido a la gran calidad de esta nueva entrega que denota algunas influencias de The Smiths y The Sundays, en donde abundan los matices synthpop, new wave y ocasionalmente algunos riffs de guitarra, entrelazados a la perfección con la hermosa voz de Rose y ese acento británico que hipnotiza a cualquiera, a lo largo de 12 canciones que van directas al corazón y le dan vida y ritmo al disco.
Cabe mencionar que para la grabación de este nuevo disco, la chica inglesa contó con la ayuda del productor Oli Bayston, amigo y colaborador de la banda Toy, quién le ayudó a “pulir” de forma maravillosa cada uno de los cortes, en especial la canción que se encarga de cerrar el disco: Wanderer, una de las mejores de este año. Rose Elinor Dougall es una artista a la que habrá que seguir muy de cerca, pues seguramente dará mucho de que hablar.
Las Rolas: Take yourself with you, Stellular, Dive y Wanderer.

9. Cigarettes after sex – Cigaretts after sex
Tal vez, la mejor banda revelación del año, a pesar de que tienen casi 10 años de formación, fueron el primer acercamiento para la mayoría gracias a la incursión del track ‘Nothing’s gonna hurt you babe’ en la serie The Sinner de Netflix, eso más la sutil y cálida voz de Greg González, prácticamente volvieron loc@s a much@s nuevos fans tratando de encontrar más videos en Youtube.
CAS tardó dos años en crear este disco, pero los resultados son increíbles. El ritmo y las progresiones musicales son tan sutiles y seductoras que de inmediato nos remiten a lo mejor del dream pop-shoegaze de Mazy Star y Blonde Redhead. Desde el arte del disco, la atmosfera oscura y misteriosa de cada canción y el nombre de la banda, dejan muy claro cuál es su intención y no dejan nada a la imaginación. Cigarettes after sex es un disco hecho única y exclusivamente para desbordar la pasión, ¡no hay más!
Las Rolas: Each time you fall in love, Apocalypse, Young and Dumb.

8. Feist – Pleasure
Después de un retiro de 6 años para explorar su nueva faceta como madre, la canadiense Leslie Feist regresa con un nuevo álbum, que retoma parte del sonido que dejó su último disco Metals, lleno de una energía cruda que en momentos podría sonar a la PJ Harvey de los 90’s, pero que al mismo tiempo suena como una melodía dulce, encantadora y lacónica. Un contraste muy notable en la música de Feist desde ‘The Reminder’.
El sonido folk y por momentos indie-pop, que encuentra su mejor expresión en las letras de amor y desamor como: I wish i didn’t miss you, I’m ot running away y Century (con la participación de Jarvis Cocker) sirven para dar una sensación de placer sonoro. Una vez más, la voz de Leslie es el ingrediente que la da cohesión y torna todo el disco en una verdadera maravilla auditiva. Ideal para los amantes del Folk Rock.
Las Rolas: Pleasure, Century, Any Party y The Wind.

7. Goldfrapp – Silver Eye
La güera consentida de la escena Electro-Glam inglesa, Alison Goldfrapp, está de regreso con su séptimo disco de estudio y su retro-disco-electrónico para deleitar a todos sus fans con el sonido característico de sus sintetizadores y cajas de ritmos, dignos de cualquier festival internacional, probando que Will Gregory es un verdadero genio y amante de la escena ochentera.
Canciones como Systemagic y Anytime son clásicos instantáneos que se quedan grabados en el subconsciente y que bien podrían haber salido del ‘Supernature’ en 2005 o incluso del ‘Cherry Tree’ en 2003. Un gran disco que retoma el sonido alegre y jovial de la década pasada y se aleja un poco de su trabajo anterior, (Tales From Us) el cual fue increíblemente nostálgico y desconcertante para algunos fans. Este disco prueba que todavía hay Goldfrapp para rato.
Las Rolas: Systemagic, Become the one, Ocean y Everything is never enough.

6. The Jesus and Mary Chain – Damage and Joy
La irreverencia de The Jesus and Mary Chain, que definiría una nueva era en los 80’s está de regreso. Y no podía quedar fuera de esta lista.
Casi 20 años después de ‘Munki’, Damage and Joy es, a decir verdad, un disco que nadie esperaba… ni siquiera la banda, que desde el 2015 habían empezado una gira mundial para promocionar los 30 años del clásico ‘Psychocandy’, y al calor de sus viejas canciones decidieron que era tiempo de crear un nuevo disco. Prácticamente menos de un año les tomó componer 14 canciones, ensayarlas, mezclarlas, producirlas y ponerlas a la venta. Como si el tiempo no los tocara y ellos siguieran siendo los mismos, y en cierta forma lo son.
Es la misma actitud salvaje, desinteresada, burlona, cínica, sarcástica y con mucho humor negro en canciones como Always Sad, Simian Split, War on Peace y Amputations, lo que la da al disco entero un aire de nostalgia noventera, llena de alusiones al Grunge, a la incompatibilidad con las nuevas generaciones, al odio a las guerras e incluso a ellos mismos. El blues denso y oscuro de Mood Rider es casi una rola que bien podría haber salido del ‘Automatic’.
Damage and Joy es una verdadera joya del rock perdida en el posmodernismo del siglo XXI y una verdadera bocanada de aire fresco para un género tan viejo como los integrantes de JAMC. Como bien diría Peter Hayes en una entrevista hace algunos años: “JAMC siempre regresan cuando más se les necesita” y ¡vaya que es cierto!
Las Rolas: Always Sad, Simian Split, Mood Rider.

5. Courtney Barnett & Kurt Vile – Lotta Sea Lice
Después de su glorioso segundo disco, Courtney Barnett decidió que para su nuevo disco seguiría reinventando su sonido rasposo y apegado al blues, a lado de Kurt Vile, otro gran virtuoso con grandes influencias psicodélicas, proveniente de The War on Drugs, otra gran banda con un gran disco que por alguna razón extraña, quedó fuera de esta lista.
Juntos, Barnett y Vile se complementan a la perfección a pesar de ser tan disímiles entre sí, pareciera que ese respeto mutuo se refleja en canciones como la introductoria Over Everything, y Continental Breakfast, en donde ambos generan armonías suaves y encantadoras, dejándose llevar por la improvisación en algunos cortes como Let it go y Blue Cheese. Por momentos, resulta imposible no recordar a J Mascis y Liz Phair.
Tal vez no se trate de Courtney Love y Kurt Cobain, pero vaya que generaron una gran expectativa al anunciar un nuevo disco en conjunto desde mediados del año. ‘Lotta Sea Lice’ se trata de una grabación única que ambos músicos decidieron realizar sin complicaciones, sin ninguna clase de ataduras contractuales con alguna disquera; simplemente decidieron disfrutar el momento y capturarlo mientras duraba.
Las Rolas: Continental Breakfast, Let it go, Untogether.

4. LCD Soundsystem – American Dream
James Murphy logró juntar a su antigua banda de funk-punks-virtuosos para rendir un homenaje a uno de sus ídolos musicales más grandes: David Bowie. Él mismo Murphy declararía que de no ser por Bowie, probablemente no existiría LCD Soundsystem.
Justo después del término de su gira en 2016, en el Corona Capital, la banda se dedicó a componer los temas de este material liberado en Septiembre, y con dos sencillos circulando previamente en todas las estaciones de radio: Tonite y Call the Police, dos canciones que nos hicieron viajar en el tiempo, cuando el ‘Sound of Silver’ reinaba en todas las fiestas del 2007.
Como siempre las interminables letras de Murphy acompañadas de ese sonido Post-punk en Oh baby, I used to y How do you sleep? muestran que LCD también tiene un lado oscuro y denso; un relámpago rockero en Emotional haircut con riffs y redobles de batería tan intensos como la escena hardcore punk en los años 80, sin dejar de lado el gran tributo a Bowie en Black Screen, que resulta conmovedor hasta el alma. American Dream es, sin duda, el gran regreso de una gran banda a los escenarios.
Las Rolas: Other voices, Tonite, Call the police y Emotional Haircut.

3. Kendrick Lamar – DAMN
Desde la salida de ‘To Pimp a Butterfly’ Kendrick Lamar no ha hecho más que verdaderas obras maestras del hip hop estilo old-school, tan buenas que llenarían de orgullo a Tupac Shakur y a su rival Notorious B.I.G. La fuerza de Kung-Fu Kenny (un alterego que el mismo Lamar inventó) reside en la forma en la que se describe la vida cotidiana en el barrio, en las imágenes que uno puede formar al escuchar Blood, Feel, Element y por supuesto, Humble (su primer gran hit en los charts comerciales en todo el mundo), toda la violencia y el desamparo de las autoridades; la muerte y la fe; el dinero fácil y los pecados capitales; el tráfico de drogas y la efímera vida de sus ‘hommies’, la desigualdad social en la “tierra de las oportunidades” y mucho, mucho más… todo empaquetado en un disco de no más de 52 minutos.


Sus rimas encuentran el balance perfecto entre la dura realidad de un sector social marginado como Compton y la soberbia que su experiencia previa le permite cantar: “Ain’t none of y’all fuckin’ with the flow”, mientras se mueve con soltura entre el Hip-Hop, el Funk y el Acid Jazz. DAMN es un álbum que complementa Good Kid, m.A.A.D. city y To Pimp a Butterfly, para cerrar magistralmente una de las mejores trilogías en la historia del Hip-Hop. Cuesta trabajo pensar que Kedrick Lamar es tan sólo un chico de 25 años que ha sobrepasado y trascendido los límites del Hip-Hop, pero se agradece.
Las rolas: HUMBLE, LOYALTY, FEAR, DNA.

2. The XX – I See You
Una banda que ha superado la maldición del tercer disco y ha logrado un sonido tan original que va desde el elegante Trip Hop, hasta la locura de la música electrónica. Los tres chicos de Londres se encuentran en el mejor momento de su carrera gracias a ‘I see you’ un disco que les ganaría una nominación al Mercury Prize.
Ahora con un sonido mucho más maduro y atrevido, en donde se nota la experiencia de Jamie XX, que después de su proyecto como solista, ‘In Colour’, se siente mucho más seguro para tomar las riendas del disco, creando la base rítmica de canciones como I Dare You, Replica, On Hold y Brave for You, verdaderas bellezas de dance, combinadas con una especie de indie-electrónico, característico de Jamie.


Aun así, canciones como Performance, Test me y Say Somethig Loving son ya temas con el sello distintivo que la banda patentó desde la salida de su primer disco. Para todos los que pudimos verlos este año en su presentación durante el Corona Capital, fuimos testigos del crecimiento de una banda que apenas 3 años atrás se presentaba en pequeños venues y ahora son headliners en algunos de los festivales más importantes del mundo.
Un maravilloso disco de principio a fin.
Las rolas: Dangerous, I Dare You, On Hold, Perfomance.

1. Slowdive – Slowdive
22 años tuvieron que pasar para que Slowdive regresara, (al igual que My Bloody Valentine con ‘MBV’) y retomaran su camino justo donde se quedará ‘Pygmalion’ en 1995… ¡¡Veintidós malditos y largos años!! Pero todos y cada uno valieron la pena, después de escuchar el inicio de ‘Slowmo’, primer track de su nuevo disco homónimo, con el que de inmediato surge ese trance llamado Shoegaze que nos teletransporta en un segundo a otra época en la que no existía el internet, ni las redes sociales y la única manera de conocer nueva música era MTV y alguna que otra revista gringa. La voz de Rachel Goswell sigue siendo tan hipnotizante como hace dos décadas.


El disco continua con Star Roving, el ritmo aumenta y las interminables capas de sonido forman una muralla de guitarras, subes el volumen y te dejas llevar por los efectos sonoros que provoca, de igual forma Don’t know why y Sugar for the pill, continúan con las voces entretejidas de Neil Halstend y Goswell, por momentos imperceptibles y lejanas entre miles de sonidos de teclados, loops de guitarra y efectos de sonido que llenan el ambiente con gran presencia.
A la mitad del disco, se torna un poco más lento y sombrío, con canciones más largas como No longer making time y Go get it, que se asemejan más a un sonido melancólico y entrañable, un dream pop que recuerda a M83 y los Cocteau Twins, para cerrar de forma magistral con el corte más denso: Falling Ashes, una maravillosa balada de 8 minutos, acompañada de las notas nostálgicas de un piano que le da al disco una contundencia formidable.

Slowdive se ganó su derecho a ser la mejor banda del año con un disco sencillo y contundente, una bella obra de 9 canciones sin desperdicio alguno que seguramente les dará nueva vida después de un largo retiro. Ahora que también se ha anunciado el regreso de My Bloody Valentine, Lust y Ride, no cabe duda que el shoegaze será uno de los principales géneros a tomar en cuenta el próximo año.
Las rolas: Slowmo, Sugar for the pill y Don’t Know why

@littleremy