Las directrices que nos marcan el rumbo en la arquitectura de interiores, pero también de los cuerpos, es decir, del vestir, se funden en este reportaje adaptado con información de Maye Ruiz –interiorista y fundadora de MAYE– para Grupo Requiez y de quien suscribe, Olivia Meza, directora de MEOW Magazine.

Las tendencias para el interiorismo en 2025, están enfocadas a las necesidades y preocupaciones actuales en torno a la sostenibilidad, la tecnología y el bienestar. Se espera que los espacios se vuelvan más flexibles, naturales y conectados, al mismo tiempo que integran la personalización y la autenticidad en cada espacio. En cuanto a la moda, estos pilares están más cerca de lo que pensamos y aquí te lo desglosamos en cinco personalidades para entender qué es lo que buscamos y por qué.

SANCTO

Mezcla la esencia folclórica, el espíritu libre, los rituales, las prácticas artesanales, el misticismo y la simbología y con toques bohemios. Pareciera que se toman de la mano con una especia de realismo mágico y vistazos a las prácticas artesanales, en donde la habilidad manual adquiere un sentido más íntimo y personalizado. La paleta de color respeta de alguna manera la pigmentación natural, sin embargo, se agregan acentos como el rojo ladrillo y el amarillo anaranjado para agregar confort.

COSTA FRESCA

El anhelo por una vida tranquila y el ascenso de la industria del wellness, colocan a esta tendencia como un punto de partida para conectar con ambientes serenos; una vida fluida, toques de arena, consuelo, suave brisa, vida marina, luz sobre el agua. El carácter oceánico inspira libertad, presencia y movimiento. En este sentido, el activewear –por ejemplo– se adhiere muy bien a esta tendencia, mientras que bordes curvos y de ilusión infinita toman posesión en sillas e iluminación.

EQUILIBRIO

La parte urbana se vuelve más sensible y se centra en la conciencia, la sencillez del lujo y la belleza sin adornos, dando pie primeramente a la función sin perder la armonía del diseño. Este aspecto utilitario es más sutil, femenino incluso, como en las colecciones de menswear donde se difumina la línea de género en una paleta de color sobria como el azul marino, el gris pardo y el marrón. Un guiño al office core que ha dado vuelta en redes sociales y diferentes campañas de moda, donde se apuesta por una especie de nuevo uniforme. 

EXPANSIÓN

Sin previo aviso, aquí las formas cobran vida en colores vibrantes, figuras divertidas y nociones lúdicas. Está pensada para generar espacios liberadores, innovadores, creativos, híper expresivos, de asombro, que muestran una nueva era con estética fluida que reimagina totalmente el concepto. Curvas y colores, dimensiones y personajes, cuestionan el arte objeto y su funcionalidad, integrándolas en una misma. Contraria a la sobriedad que sugieren otras tendencias, ésta se caracteriza por resaltar por su expresión sin miedo en el vestir, quizá una pista hacia el maximalista que se sugiere en la moda, o en aquello que siempre hemos querido vestir y experimentar.

FORAJIDO

Una sincronía entre el encanto rústico, la sostenibilidad, lo orgánico y la belleza natural protagonizan espacios iluminados, en paletas pastel y acentos vibrantes. La naturaleza aquí es un elemento crucial que forma parte del interior y el exterior. Las fibras naturales se combinan con biotecnología y biotextiles que aluden a un futuro optimista y auto sustentable. Firmas como Stella McCartney encabezan en la industria del lujo la dirección hacia este tipo de producción y consumo de moda. 

*Todas las imágenes son ilustrativas; no forman parte de catálogo de venta