El movimiento feminista y la marea verde han sacudido a Latinoamérica y a nuestro país. En medio de esta colectividad de olas que cobijan a millones, hay historias que, como todas, merecen ser contadas. Hoy quiero hablar Fortuito y las historias de Dafne, Susana, Aurelia, Malena e Imelda, narradas por ellas mismas desde la pluma de Luciana Wainer.
Abortar y ser castigadas
Fortuito es un libro, pero también es una investigación que se pensó desde el ámbito académico y tiene continuación en las distintas lecturas y conversaciones a las que pueda dar pie. El inicio y final, como cualquier trabajo intelectual son complicados de delimitar, pero jamás recaen simplemente en la autoría y el trabajo individual:
Para mí fue un gran desafío contar esas historias de forma responsable. Todo el tiempo me preguntaba si lo estaba haciendo bien, si no estaba re victimizando, […] pero también es un gran aprendizaje de trabajo colectivo. El libro me parece un trabajo en proceso que parte del trabajo de muchas personas en materia de derechos reproductivos y sexuales.
Luciana nos presenta las historias de mujeres encarceladas tras un aborto espontáneo o un parto fortuito. Las particularidades de cada caso pueden conocerse con la lectura de ese título. Más allá de hacer una reseña o resumen, me interesaba hablar con la autora sobre la situación de las mujeres que son criminalizadas, sobre el encierro y los derechos sexuales y reproductivos en nuestro país.
¿Quién es Luciana Wainer?
Soy una mujer periodista, soy argentina pero en México he desarrollado toda mi carrera. Soy feminista y me especializo en derechos humanos y derechos de las mujeres. Me gusta pensar que hago periodismo sobre lo que me enoja. Creo que no hay nada nuevo, pero si siento que hay una historia que no es tan visibilizada, me gusta contarla desde un ángulo distinto.

Mujeres y reclusión
La escucha atenta de las historias es un elemento para la empatía, sin embargo encarnar las emociones de otrxs nos resulta imposible. Aun así, a través de Luciana, me interesaba saber ¿cómo es estar en reclusión? al menos por unas horas, experimentar la libertad y el encierro el mismo día.
Es doloroso. Al estar afuera y adentro en un solo día, casi como espectadores, tenemos una visión muy cortita de lo que es la vida en los centros penitenciarios. Hay mucho enojo porque nosotros nos vamos y las personas se quedan allí.
El espacio no está pensado para mujeres. Y hay un desconocimiento en especial en temas de salud porque el espacio no está pensado ni diferenciado para la población penitenciaria femenina.
Somos mujeres, somos una marea
Yo creo que la lucha por el aborto legal es un movimiento expansivo en especial en los últimos años. Los movimientos masivos no conocen de fronteras porque las luchas de las mujeres son globales, en cada región. A pesar de las particularidades de cada lugar y de cada mujer, creo que las cosas que unen son más fuertes que las que nos separan.
Hay una cuestión que es muy general: siempre he encontrado que son las mujeres las que están ayudando a otras mujeres y eso me parece muy luminoso. También hay hombres, pero normalmente son mujeres las que están poniendo el cuerpo en primera persona trabajando y acompañando. Y eso es fundamental para las mujeres que están encarceladas.

La mayoría de nosotrxs no podemos acompañar a quienes han sido apresadas después de un aborto, pero podemos informarnos y desestigmatizar.
Necesitamos empatía e información, conocimiento. Porque los estereotipos y los prejuicios influyen en esa mala imagen que tenemos de las mujeres en prisión.
Hay que hablar de las personas, de las historias detrás de esos partos fortuitos y esas emergencias obstétricas. Por eso me parece importante contar historias desde el periodismo. Hay que traducir esas cifras en historias, en personas de carne y hueso. Quizá ese sea un granito de arena para cambiar percepciones erradas que muchas veces se basan en falta de información.
¿Qué pasa con las que están en las calles, pero también con las que están en reclusión? ¿Qué pasa con el derecho a decidir en el ámbito legal y en lo social? Creo que nadie tiene una respuesta inmediata, pero en el proceso, te invito a conocer el trabajo de Luciana. Nosotrxs nos leemos por Instagram.