Volver a las recetas y los métodos tradicionales de teñido practicados en México desde tiempos prehispánicos, ha sido el punto de partida para Origen Textil, un proyecto que a través de sus prácticas se ha propuesto conciliar nuevamente los textiles que nos visten y que nos rodean, con procesos amigables tanto para el planeta como para quienes intervienen en su realización.

Para su propuesta de indumentaria, este residente de Oaxaca, parte de la irresistible geometría del huipil, experimenta con flores y frutos para encontrar colores y texturas, y descarta cualquier tipo de químico o plástico en su confección.

Conversamos con Laya Antonio y Angélica Vázquez, quienes junto a Fernanda Ramírez son la base de Origen Textil, para conocer mejor sus procesos y platicar sobre teñidos naturales y el futuro de la moda.

ENTREVISTA

MEOW: ¿Cómo se define Origen Textil? ¿Cómo fue que se decidieron a lanzarse con este proyecto?

Laya: Origen Textil es una nueva forma de hacer ropa basada en el respeto al medio ambiente, a las personas y a las técnicas tradicionales textiles mexicanas. Lanzamos este proyecto porque queríamos reinventar desde la manera de hacer ropa, reinterpretar el huipil para una mujer moderna, que sin pertenecer a un pueblo originario pueda leerlo y entenderlo, y para que todas podamos portar un huipil, además de hacer nuevas formas y prácticas tanto en diseño como en producción.

Angélica: Lo defino como una marca que nace a partir de la resistencia al fast fashion, el consumo masivo. Una idea que nace a partir de un cambio en la forma de hacer moda, una forma de llevar una producción a pequeña escala donde se involucran técnicas tradicionales, materiales naturales que se aprovechan al máximo para llevar a cabo una política de cero desperdicios, el trabajo de artesanos locales, y un trato justo para todos los integrantes de nuestro equipo y todas las persona que contribuyen en la realización de los productos de Origen Textil.

Más allá de una marca es un espacio para la experimentación textil, abierto al público de México y cualquier parte del mundo que quiera venir a aprender las técnicas tradicionales con las que elaboramos nuestros productos. Hablando con Laya, a quien conozco porque estudiamos juntas en la universidad, desde el principio me interesó mucho esta forma de hacer moda sostenible, crear conciencia de la contaminación que produce la industria de la moda.

Toda esa ropa que está en las tiendas con muy bajos precios ¿cuál es el costo real para todo el mundo? ¿las condiciones en las que trabaja la gente que hace la ropa? Tener conciencia de cómo estamos comprando, qué es lo que pasa detrás de un precio muy barato y qué va a pasar cuando dejes de usarla, cuánto tiempo se va a quedar contigo y si realmente la necesitas.

M: ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con tintes naturales? ¿Qué es lo que más les ha sorprendido y de qué manera les ha transformado?

L: Yo me siento como un alquimista, estás transformando todas las materias, todos los materiales. Lo que más me ha sorprendido es la gama de colores que puedes obtener de un solo material, así como todos los materiales que puedes encontrar en México y en el mundo que tiñen. Volteo a ver aquí (Oaxaca), el campo y cualquier planta tiñe. Bueno, no cualquiera, pero sí muchas. Es mucho trabajo de investigación, estoy intentando ver los tintes naturales de una manera metódica, científica, y poder llegar al mismo resultado varias veces.

Me encuentro en un proceso donde documento todo. Esto transformó mi vida, yo soy diseñadora textil y nunca imaginé que los tintes naturales me llevarían al método científico. He logrado hasta ahora un catálogo de colores donde puedo llegar al mismo resultado y cuando me preguntan la receta no respondo al tanteo, yo lo llamo mi pantone de color.

También me ha acercado mucho a la naturaleza, a observar el entorno y a otros oficios, conocer procesos de restaurantes para obtener materiales, tratar con los nueceros de Zaachila para que me den cáscaras, acercarme a otros rubros y darme cuenta que es integral todo nuestro trabajo. Hay cosas o desperdicios de otros oficios que nos sirven a nosotras, transformamos todo.

Me parece extraordinario que podemos aprovechar todo lo que está a nuestro alrededor para hacer los tintes, la variedad de tonos es infinita, el desafío es hacer que los colores perduren en las prendas, buscar la manera de seguir haciendo tintes naturales buscando una variedad de colores y que duren, para hacer prendas de calidad.

M: ¿Cuál creen que es la importancia del huipil para la moda que se crea en México?

L: El huipil es mexicano, es una prenda de origen, la primera forma de vestimenta, y a lo largo de México se desarrollan diferentes técnicas para crear un huipil: telares de cintura, fibras naturales, algodón, seda, fibra de pochote, ixtle. Entonces para mi el huipil es una necesidad básica del mexicano.

A: Huipil viene del náhuatl que se traduce como blusa o vestido cuadrado. La base para hacer un huipil es una tela rectangular que nos viene muy bien porque las telas que usamos son hechas en telar de cintura o telar de pedal, así que se aprovecha muy bien en la realización de los huipiles. Es una prenda cómoda que se puede usar en todas las temporadas, en diferentes ocasiones, lo cual creo es una parte importante para el slow fashion.

M: ¿Cómo logra Origen Textil ser una propuesta de bajo impacto?

L: Además de intentar conseguir los materiales de lugares donde es desecho para ellos, tenemos la política de zero waste en el taller. Intentamos que nuestra merma textil se separe y todo se lleva a un taller de papel donde se convierte en etiquetas, en San Agustín Etla, donde lo transforman de manera artesanal y nos regresan papel texturizado de petate. No trabajamos con poliéster, ni plástico, ni resorte, nada que no sea biodegradable. 

Intentamos que nuestra ropa y todos nuestros procesos sean eco friendly, también recolectamos agua de lluvia y en época de lluvias intentamos teñir lo más que se puede. Trabajamos recetas prehispánicas para evitar comprar químicos, no usamos nada de tóxicos, intentamos que todo sean procesos naturales, por ejemplo el añil yo lo hago con banana. Queremos regresar a los procesos tradicionales que tenían respeto por el medio ambiente.

A: Como diseñador es importante pensar en los materiales y los procesos que vas a usar para realizar tu producto final. Por lo general nuestros productos están hechos de algodón que es una fibra renovable y que puede degradarse naturalmente. Existe el algodón orgánico que desde su cultivo reduce el uso de productos químicos. Para la realización de las telas, las técnicas que usamos son técnicas artesanales, tejido de pedal, tejido de cintura, donde el consumo de energía es mínimo. 

Otra parte muy importante es la reutilización de residuos en el proceso de corte y confección, aprovechar todo nuestro sobrante, si queda un pedazo de tela intentar usarla para las bolsas de los huipiles, o para hacer otras prendas; evitamos usar cierre y procuramos botones de materiales naturales como el coco y la madera. Opciones sí hay, solo hay que trabajar en ellas para obtener una prenda de calidad y de bajo impacto ambiental.

M: ¿Cuál es el futuro de la moda?

L: El futuro de la moda es sustentabilidad, va a definir todas las tendencias, y lo tradicional. Yo creo que explorar nuevas prácticas de diseño y ver las oportunidades que tenemos es el futuro de la moda, ver más allá de lo que se hace en las pasarelas y en las fábricas. El futuro de la moda es conciencia y sustentabilidad.

A: Me gustaría que en el futuro de la moda se pueda cambiar la mentalidad de las empresas, del consumo, se pueda tener una mentalidad para impulsar la innovación, diseñar negocios y sistemas de fabricación que imiten más a la naturaleza, que por parte de los diseñadores haya más conciencia al momento de escoger los materiales y procesos, y que por parte de los consumidores también haya una conciencia de lo que se está comprando. 

Me gustaría que el futuro de la moda estuviera enfocado a producciones de baja escala, ropa que perdure, que sea de buena calidad, que se acabe el fast fashion.