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Culture
Península, una pieza dramática de cómo sentirlo todo en uno mismo
26.11.2019
Por Fernando Lucio Escalera

La pieza artística Península, escrita por la actriz Paula Watson y por el artista escénico Mauricio Ascencio, nos sumerge como espectadores a la psique de una mujer que viaja a través de su soledad, de su existencia vista a través de unos ojos distantes, que son los propios. Ambos creativos definen su obra como, “una serie de retratos que surgían como documentos visuales de posibles instantes, fragmentos del individuo, macrovisiones de cada identidad, materialización y exteriorización de lo subjetivo, develado a partir de la exploración detallada y mínima de esos instantes”.

Después de ver su obra, platicamos con Paula sobre esta representación, sobre su interpretación tan potente, así como de sus mejores experiencias sobre un escenario. 

¿Cómo nace Península? ¿Cómo surgió el texto que da vida a tu interpretación?
La pieza surge a raíz de una serie de trabajos fotográficos y videos que Mauricio (Ascencio) realizó hace 8 años, en colaboración con varios creadores de la escena. El proyecto se fue modificando hasta encontrar el escenario como un punto de encuentro entre él y yo. Existía un interés mutuo por colaborar y se fue creando un diálogo a partir de la exploración de diversas disciplinas artísticas, siendo la imagen el eje y principal material de diálogo para la construcción de cada uno de los paisajes escénicos.

El texto lo construimos entre ambos a partir de inquietudes interiores individuales; buscamos desmenuzar un instante.  El momento de una persona en soledad en un espacio. En otra etapa, fuimos abordando las tendencias que nuestros textos iban revelando; la relación con el ocio, la insatisfacción, la conexión y búsqueda con la naturaleza, con lo femenino, la necesidad de sentir, entre otros tantos temas, hasta que llegamos a un resultado satisfactorio. Aunque cada vez que lo hacemos, sentimos que hay que modificar los textos; constantemente queremos cambiar todo (risas). 

“Aceptar primero que el cuerpo está vivo pareciera algo obvio, pero sentir el cuerpo se vuelve revolucionario”


El poderío y la feminidad. Creo que hay un claro mensaje de empoderamiento, de aceptación y autoexploración femenina en la obra. Platícanos más sobre eso.
Desde la creación del texto, la feminidad fue manifestándose, ya que una de las pautas era trabajar con lo que yo soy. Quién sabe qué sea ser, pero busqué en mi ser humano, el ser mujer, ser un cuerpo, ser objeto. Quise que el cuerpo fuera el que se manifestara a partir del movimiento interno y externo. Busqué posibilidades de ser mi cuerpo. Aceptar primero que el cuerpo está vivo pareciera algo obvio, pero sentir el cuerpo se vuelve revolucionario. Uno escucha las tripas, se da el tiempo y descubre que no hay qué decir; el silencio y la relación con el todo.  El cuerpo se vuelve un campo de estudio y conocimiento. Y ahí tuve el espacio para dialogar con mis fluidos, mis órganos como fuentes de poder, presentes, como el útero, mi sexo, el corazón, mis huesos, la carne, la sangre, reconocer el gozo, el dolor, el miedo, mi vanidad, los huecos, vacíos, el deseo, mi animalidad, la melancolía, mi ego, intentando no juzgarme sino aceptando, sintiendo las emociones viscerales y la evolución de las sensaciones como una expresión auténtica.  Ahí se experimenta una sensación de liberación, no hay límites, ni barreras, se vuelve una experiencia de vitalidad, una manera de de percibir el existir. Eso sin duda empodera.

“Hay algo en la aceptación que vuelve a uno poderoso porque confronta, y creo que tiene que ver con la idea que gran parte de la sociedad aún tiene acerca de la mujer”

Nunca  pensé que era un mensaje femenino, pero al ser mujer, se vuelve una de las posibles lecturas. Hay algo en la aceptación que vuelve a uno poderoso porque confronta, y creo que tiene que ver con la idea que gran parte de la sociedad aún tiene acerca de la mujer. Existe una sensación de amenaza ante la expresión, sin pensar que ser mujer también es ser humano. Y en el ser humano cabe ser todo.

“Hoy está más nublado que ayer”. Esa frase se quedó muy grabada en la mente durante la puesta en escena. Me pareció como una metáfora a algo así.  ¿Qué significan para ti esas palabras?

“Hoy está más nublado que ayer”, significa eso (risas). Ver el cielo y pensar que ayer no había tantas nubes. Surge de un acto de contemplación. Es interesante cómo cada espectador retiene frases específicas.

¿Qué es lo que más disfrutas al presentar Península?
Estar sola en escena ha sido una de las experiencias más aterradoras. Disfruto eso, el vértigo. El no tener que interactuar con nadie, simplemente tener que estar; una de las acciones más complicadas de hacer en escena,  para mí es un gran reto. Al no existir la palabra, no hay nada a lo que pueda afianzarme, la relación con el espectador es completamente diferente, no es a lo que estoy acostumbrada ni entrenada. Eso hace que habitarla se vuelva una experiencia honesta y transparente. Como entrenamiento actoral, la soledad escénica ha sido generosa, abonando al aprendizaje que da el estar en un escenario.

¿La obra se adaptó al espacio reducido del Foro Bellescene, o el foro se adaptó a la obra? Pregunto esto porque a mi parecer, el espacio reducido ayuda muchísimo al espectador a estar presente y a sentir todo; y se transmite de forma muy poderosa. Cuéntanos un poco al respecto.
La obra se hizo para ese espacio.  Cuando pensábamos en el formato, queríamos intimidad, que el espectador pudiera entrar y sentirse casi voyerista, que lograra percibir los detalles. Conocimos el Foro Bellescene y nos pareció ideal para Península

 

Tu carrera es prolífica como actriz. ¿Cuál ha sido el papel u obra que más has disfrutado hacer?

Hay muchos personajes que he disfrutado y se han vuelto maestros. Podría decir que Arkádina, en Tréplev: Taxidermia en Cuatro Actos, fue uno de los personajes que no sólo he disfrutado sino que me permitió explorar actoralmente lugares a los que no había penetrado. Sin duda tuvo que ver la complicidad de mis compañeros en escena, la cual propició un espacio creativo para desarrollar y explorar la interpretación.

¿Qué otros proyectos vienen para ti? ¿Seguirás colaborando con Mauricio Asencio?

Con Mauricio Ascencio he tenido la fortuna de colaborar desde distintas aristas. Ahora estamos con un montaje que codirigí con Alonso Íñiguez, Peer Gynt, donde Mauricio se encarga de todo el concepto escénico. Así que desde ahí estaremos colaborando también. Y bueno, seguiremos lo que queda del año con Península.

Península aún tiene funcionesen el acogedor Foro Bellescene, en la Narvarte. El siguiente año Paula viajará a Alemania a montar El Salvaje, una adaptación que realizará David Gaitán, a partir de la novela de Guillermo Arriaga, entre otros proyectos futuros, como Villa Dolorosa, adaptación de Las Tres Hermanas de Chéjov, dirigida por Silvia Ortega Vettoretti.

PENÍNSULA

Foro Bellescene Zempoala 90, Narvarte Oriente, Benito Juárez, CDMX

  • 26 de noviembre – 20.30h 
  • 3 de diciembre – 20.30h
  • 10 de diciembre – 20.30h

Venta de boletos en: https://boletopolis.com/es/evento/11836

30% de descuento: Alumnos, Maestros, 3ra edad y vecinos de la Colonia Narvarte.

2×1: Compra en línea los días lunes. 

Precio: $250

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IG: peninsulaproyecto

FB: proyectpeninsula