Reconocido mundialmente como l’enfant terrible de la moda francesa, Jean Paul Gaultier siempre se ha revelado ante conceptos de lo que es femenino, masculino, bello y feo, entre muchas otros, cuestionándolos y encontrando respuestas transgresoras a través de sus colecciones que han desconcertado al público durante toda su trayectoria. Sus pasarelas han sido protagonizadas por personas de diferentes edades y etnias, diluyendo a su vez estereotipos de género y prejuicios sexuales, así como diversificando el mundo del modelaje.
Jean Paul nació el 24 de abril de 1952 en Arcueil, un suburbio situado a dos kilómetros de París. Su abuela, esteticista y pitonisa, ejerció una gran influencia en su educación, descubriendo con ella revistas como Le Jardin Des Modes o L’Officiel de la Culture et la Mode de Paris y programas de televisión donde, cerca de los nueve años edad, conocería a las bailarinas del cabaret Folies Bergère con medias de red y adornos de plumas, dibujándolas en su escuela.
De insaciable creatividad, el diseñador autodidacta comenzó a enviar sus diseños de ropa a todos los modistos más populares de la época cuando tenía apenas 14 años. Cuatro años después, el diseñador Pierre Cardin le dio su primera oportunidad tras impresionarse por su talento a contando con 18 años. Fue con él que adoptaría el concepto de “todo está permitido, nada es definitivo” aprendiendo a perfeccionar su técnica de costura, patronaje y todo el nivel técnico de la profesión. Asimismo, los mercados de ropa de segunda mano se convirtieron en una de sus fuentes de inspiración pues seleccionar, cambiar y combinar diferentes telas crearían las claves de su estilo emblema. Esta premisa fue parte de lo que inspiró a un joven diseñador belga llamado Martin Margiela, quien entonces era asistente de Jean Paul en 1985, para lanzar su marca que hoy conocemos como Maison Margiela.
En 1971 Gaultier trabajó 2 años para el diseñador Jean Patou, asistiendo a Michael Goma y posteriormente a Angelo Tarlazzi, aprendiendo más acerca del oficio adquiriendo lo necesario para lanzar su marca homónima. En 1974 regresaría a trabajar con Pierre Cardin al frente de Manila por un año, creando colecciones para un público occidental. No fue sino hasta 1976 cuando presentaría su primera colección bajo su mismo nombre en el Palais de la Découverte, apoyado por su compañero de vida y también de negocios Francis Menuge. Con esta colección desafiaría las normas establecidas en la moda hasta ese momento manteniendo un extremo apego a la confección y diseño, siendo reconocido como la mayor revelación del evento.
Seria hasta 1984 cuando lanzó su primera colección para hombre titulada “El Hombre Objeto“, donde introdujo piezas que cambiaron la silueta masculina al diseñar playeras con escote en la espalda al igual que el estilo marinero, el cual se volvería una de los sellos distintivos de este multidisciplinario diseñador. Para Primavera-verano de 1985 la colección “Y Dios Creó al Hombre” introduciría la falda para hombre al mundo de la moda, una pieza que evocaba al estilo punk que tanto admiraba. Su ímpetu por provocar a una industria aún conservadora lo llevó a crear el vestido para hombre en su colección “Pretty Mister” de Otoño-Invierno 1985-86.
Su estilo ha sido un desafío irónico a la burguesía, inspirándose principalmente en lo que veía en las calles tanto en París como en Londres, l’enfant terrible se fascinaba por las subculturas, los movimientos musicales y aquellos disruptores sociales que simplemente hacían la vida más interesante. Su pasión por el cine también lo animaron a diseñar el vestuario de muchas películas como “El Quinto Elemento” de Luc Bresson, “Kika” y “La Mala Educación”, “La Piel que Habito” de Pedro Almodóvar, “El Cocinero, el Ladrón, su Mujer y su Amante” de Peter Greenaway y “La Ciudad de los Niños Perdidos” de Jean-Pierre Jeunet.
La década de los años 90 comenzaría imponiendo otro símbolo de revolución al introducir el corsé de color salmón de copas cónicas visitiendo a la estrella del Pop Madonna en su tour “Blond Ambition”. Corsés y pantis se convirtieron en prendas exteriores. Este planteamiento de transformar la función original de una prenda de vestir en su contraria se puede atribuir a la posmodernidad. En 1993 se convirtió en co-conductor del programa Eurotrash de Channel 4 junto con Antoine de Caunes hasta 1997. Para la década de los 2000, Gaultier se convertiría en el director creativo de Hermès de 2003 a 2010, sucediendo a Martin Margiela.
En 2011 se exhibió alrededor del mundo una retrospectiva titulada Gaultier: de la acera a la pasarela, la cual reiteró sus aportaciones al diseño de moda y cómo ha dialogado entre siluetas femeninas, diferentes razas, culturas y masculinidades con una perspectiva urbana, joven y rebelde.
En el año 2015 Gaultier decidió cancelar sus líneas de prêt-a-porter para concentrarse en Alta Costura hasta enero 2020 fecha en que anunció su retiro tras 50 años al frente de su marca despidiéndose con una colección de Alta Costura; un show que reflejó y revisitó piezas clave de su carrera siendo un emotivo y alegre desfile. Tratar de escribir sobre todas sus inspiraciones, vida y trabajos sería extenso pero podría resumirse en que ha sido en torno a la diversidad, aspecto constante en su vida profesional de este último gran diseñador francés.
Fuente de consulta: Seeling, Charlotte. (2012) 150 años de Modistos, Diseñadores y Marcas. H.F.Ullmann Publishing.