Tanya Meléndez es la curadora senior de los programas públicos y educativos del Fashion Institute of Technology de Nueva York. Este recinto ubicado en la calle 27 del barrio Chelsea, Manhattan, además de ser una escuela especializada en Moda, tiene como misión educar, inspirar y abrir el diálogo en torno a la cultura de la Moda que entre Valerie Steele, Tanya y todo su equipo han hecho posible memorables experiencias como conferencias magistrales con Dapper Dan y Christian Louboutin; exposiciones de moda que rinden tributo a prendas específicas como la chamarra de cuero; a genios creadores como Norman Norell o sobre conceptos como la historia del color rosa, las nuevas capitales de la Moda y la historia queer del diseño de Moda, entre muchas otras.

Tanya Meléndez | Fotografía de Eileen Costa ©
Para celebrar el Día internacional de los museos en plena crisis mundial –donde prácticamente todos se encuentran cerrados– platiqué con Tanya para conocer el valor, el significado y los nuevos formatos museísticos en el terreno de la Moda, su estudio y su relevancia en el presente.
Olivia: ¿Cuál y cómo fue tu primera visita a un museo?
Tanya: De mi primera visita a un museo, no me acuerdo. Mi mamá solía llevarnos a museos de historia y de historia natural desde que éramos muy chicas. En nuestras vacaciones, si visitábamos una ciudad nueva mis papás siempre nos llevaban al museo del lugar. El primer museo de arte que me impresionó fue el Museo de Arte Moderno (MAM), no sólo por el arte, sino también por la arquitectura y los jardines. Ahí fui a mi primer curso en un museo; ahí asistí a mi primera inauguración (a la que llegué por casualidad). Hice mi tesis de licenciatura sobre ese museo porque me enamoré mucho de él.

Museo de Arte Moderno, CDMX
O: ¿Por qué te enamoraste de la museología?
T: Porque creo que la experiencia de visitar un museo puede ser muy intensa y marcar a las personas. Cuando visitamos una exposición, asistimos a un evento educativo o social dentro de un museo, suelen ser experiencias fuera de la rutina, de cierto modo extraordinarias. Yo personalmente tengo muchos recuerdos muy placenteros dentro de museos: haber asistido a un concierto, a una posada, sentarme a mirar un cuadro en silencio. Y cuando entendí que la labor de los profesionales de los museos consiste en crear esas experiencias, me pareció espléndido. Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el trabajo, y ¿qué mejor forma de hacerlo que imaginando cómo crear momentos positivos para otros?
O: ¿Cómo fue tu primer acercamiento a la moda; qué te cautivó?
T: Cuando yo era muy chiquita, mi mamá era maestra de corte y confección. Muchas veces la acompañé a dar clases en los salones con las mesas que me parecían enormes. Así que ver transformarse la tela en una prenda es algo que me fue siempre muy normal. Ya más grande descubrí las revistas, primero las mexicanas (Vanidades, una que se llamaba Tú, la Eres) y mi parte favorita era siempre la sección de moda. Ya en la adolescencia encontré Vogue y Harpers Bazaar, que eran importadas e iba a leer al Sanborns del Ángel. En algún momento de la secundaria mi mamá me reprochó que abandoné los libros por las revistas y la ropa, dijo que me estaban secando el cerebro. Yo para entonces ya estaba obsesionada con la moda.

Minimalism/Maximalism exposición, The Museum at FIT, Fashion & Textile History Gallery, Mayo 28 – Noviembre 16, 2019.
©The Museum at FIT
O: Ahora con los museos cerrados, ¿cómo vislumbras la experiencia con ellos?
T: Todos los días nos hacemos esa pregunta. Yo personalmente soy muy gregaria. Así que a mí me cuesta un poco adaptarme a un presente en el que los museos son virtuales. Muchos nos hemos enamorado de un cuadro o un vestido y es muy diferente cuando lo miras en un libro que cuando lo tienes enfrente. Esa experiencia de mirar los detalles, las texturas, es para mí irremplazable. Siento algo similar acerca de las conferencias, los conciertos, las inauguraciones. Así que creo que ahora que nuestras puertas están cerradas, tenemos que crear experiencias distintas. Es una buena oportunidad para el diálogo y el intercambio. Algo muy bonito de las conferencias en línea es que los espectadores pueden interactuar mandando un emoji o un comentario. Eso es imposible en una charla en persona. También nos conectamos con gente de otros lugares con mayor facilidad. Charlas que antes eran impensables por la geografía, ahora se dan de la noche a la mañana. El encierro nos ha invitado a ser más arriesgados en el uso de la tecnología.
O: ¿Qué opinas de la cancelación de la gala del MET y sobre cómo abordaron la situación?
T: Creo que no tenían más alternativa que cancelar y se arriesgaron a probar con algo nuevo y a mantenerse conectados con el público de una forma divertida. Todos los museos de Nueva York están sufriendo mucho porque tuvieron que cancelar sus eventos de procuración de fondos, que son su principal fuente de ingresos. Ahora los museos están intentando otras fórmulas como subastas, campañas con los miembros, y pedir préstamos para tratar de remediar una pérdida financiera enorme.
O: ¿Por qué es importante tener un museo de moda?
T: Porque la moda es una parte importante de la cultura. Los museos son un espacio para problematizar, discutir y estudiar el fenómeno de la moda en sus diferentes aristas. La moda es muchas cosas: es un negocio, una forma de entretenimiento, un diferenciador social, una expresión estética. Un museo colecciona y preserva objetos para su estudio y disfrute. Sin museos de moda, esta cultura material carece de un espacio para su cuidado y análisis.
“Sin museos de moda, esta cultura material carece de un espacio para su cuidado y análisis”
O: Sobre tu trabajo como curadora, ¿cómo son tus procesos para elaborar narrativas a partir de un tema?
T: Me gusta comenzar con una idea general. Después comienzo a investigarla en libros, exposiciones, entrevistas y es como seguir un hilo. Una investigación te conecta a otra, un académico te guía de una idea a otra. Y en dichos encuentros surgen ideas que dan forma a la narrativa. Yo suelo crear estructuras en las que organizo mis ideas en temas y poco a poco las voy poblando con esos momentos de curiosidad que suceden en el proceso de investigación.

Global Fashion Captials exposición, The Museum at FIT, Fashion & Textile History Gallery
Junio 2 – Noviembre 14, 2015
©The Museum at FIT
O: ¿De qué forma crees que el sistema de la moda esté cambiando y hacia dónde va?
T: Creo que esta pandemia ha subrayado los enormes problemas que la moda venía arrastrando desde hace años. Los tiempos tan vertiginosos, por ejemplo, eran insostenibles. Hay mucha conversación al respecto de si las temporadas y los desfiles son necesarios. Estaban sangrando a todos los que participaban en ellas, así que esta pausa está obligando al sistema a reconsiderarlas. Las tiendas están también sufriendo mucho y ahora que los diseñadores pueden vender de forma directa, se tienen que reinventar, incluso en mercados tan robustos como Estados Unidos. Las tiendas departamentales particularmente tenían mecanismos muy ventajosos en detrimento de las marcas.
“La moda ha sido un tema tabú en la academia en México”
O: ¿Por qué crees que en México no existe un museo específico sobre Moda?
T: Por muchos años la moda ha sido un tema tabú en la academia en México. Es considerada superflua y hasta cierto punto irrelevante. Los museos son instituciones muy caras de mantener y necesitan una infraestructura y un apoyo enormes. Nuestra industria de la moda es relativamente joven, con estructuras desarticuladas, y poca atención de las casas de estudio. Creo que todo ello explica que no haya un museo de moda.

The Corset: Fashioning the Body exposición, The Museum at FIT, Enero 25 – Abril 22, 2000
©The Museum at FIT
O: Desde tu trinchera, ¿cuáles consideras que pueden ser tus mayores aportaciones?
T: Espero influir a que haya una mayor cultura de la moda en México. Mientras más gente aprenda a disfrutar la moda, tendremos una industria más exitosa. Y hay muchas conversaciones que apenas comenzamos a tener. A veces en México nos enfocamos mucho en unos pocos temas; en la moda de autor, en la moda ética y olvidamos mirar a las calles y ver lo que se pone la gente, lo que compramos en los mercados, los estilos de los adolescentes que suelen ser muy creativos. Todo eso también es moda y merece ser estudiado. Yo espero poder contribuir con textos, eventos y exposiciones que sean catalizadores para otras personas.
“Creo que quienes cambian el rumbo de sus disciplinas son quienes confían en su instinto”
O: Sobre la moda mexicana, ¿qué consejos darías a los creativos y a todos los agentes de la industria?
T: No estoy segura, porque yo nunca me he aventado a dedicarme al negocio de la moda. Tal vez que sean valientes. Todos los que yo he visto que hacen cosas interesantes son personas muy audaces. Y no se dan por vencidos. En México tenemos mucha visión y creatividad, creo que quienes cambian el rumbo de sus disciplinas son quienes confían en su instinto y trabajan muchísimo. No sé a qué hora duermen.
O: Sobre expos o conferencias en línea abiertas al público, ¿hay alguna próximamente para después del 18 de mayo?
T: Nuestros eventos en vivo empezaran hasta el otoño. Ahora estamos subiendo a YouTube videos de esta temporada y de temporadas anteriores. También estamos agregando charlas a nuestros podcasts. Normalmente anunciamos el contenido nuevo en redes sociales. Recientemente subimos una entrevista de Valerie Steele y Dapper Dan que hicimos en febrero. También una charla con la curadora de nuestra exposicion “Ballerina: Fashion’s Modern Muse”, Patricia Mears. Estamos trabajando en talk and tours virtuales de la exposición sobre Eleanor Lambert y Power Mode.