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Music
Band of Horses: Un fantasma en la casa
22.10.2020
Por Irving Alfaro

Hace 13 años las lunas de Octubre nos trajeron una maravilla de disco, justo cuando el indie reinaba en todos las listas de popularidad y MySpace era más grande que Facebook, Band of Horses regresaba a presentar su nuevo trabajo Cease To Begin, tan solo un año después del increíble disco debut ‘Everything All the Time’.

If you say you’re gonna go, then be careful

Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas para la banda originaria de Seattle. Después de terminar la gira del primer disco, todos sus miembros terminarían exhaustos y sin ganas de seguir trabajado juntos, por lo que decidirían dejar la banda a excepción de Ben Bridwell, líder y vocalista, quién estaba determinado a reclutar nuevos miembros para continuar el proyecto que había llegado a firmar un contrato con la legendaria discográfica Sub-Pop, con tan solo un disco.

Así fue como encontró a Joe Arnone (guitarra y teclados), Creighton Barret (Bateria) y Rob Hampton (Bajo y Guitarra rítmica), que posteriormente serían reemplazados por Robin Peringer (ex guitarrista de Modest Mouse), Matt Gentling y Ryan Monroe.

I don’t care what the people say

A pesar de los constantes cambios de alineación, de alguna manera Bridwell se las arregló para componer 10 canciones muy orientadas al viejo estilo country de Johnny Cash y al blues de Huddie Leadbelly.

Del indie-rock solo quedaban algunos rastros como el primer sencillo ‘Is there a ghost’ que fue regalado vía MySpace y ‘Ilands in the coast’, pero definitivamente había mucho más brillo en las power ballads como ‘No one’s gonna love you’ y ‘Marry Song’, en donde los arreglos de piano y guitarra son una verdadera delicia: “Lucky one’s are we all ‘til it is over, everyone near and far…”

Mención aparte para ‘Lamb on the lam (in the city)’, una pequeña canción instrumental que separa al disco en dos partes perfectamente balanceadas; ‘The General Specific’ una bella canción country que dista mucho del sentimiento introspectivo de todo el álbum por ser la más alegre y, por mucho, el punto más alto del disco. Por último ‘Window Blues’ que (en mi humilde opinión) es una joya perdida del blues que cierra perfectamente el círculo de Cease to Begin en tan solo 35 minutos.

Tal vez el broche de oro para esta obra magnífica, (que pudo no haber existido debido a los altibajos de la banda) es la icónica portada de la luna brillando alto en el horizonte, sobre un tranquilo y apacible mar. Una hermosa postal que sirve como metáfora de las letras de Bridwell, “And all is calm, all is calm”.

Es realmente sorprendente como un álbum se sostiene a sí mismo con el paso de los años, incluso aún cuando sus integrantes ya no están y Cease to Begin lo demuestra con cada año que transcurre, pues aun cuando la banda sigue haciendo discos, no sobrepasan la calidad interpretativa y sensorial que logran con este gran portento musical.

Old friends seem to wander

La banda celebró a través de la plataforma de paga: Topeka.live los 13 años de su segundo disco con un streaming en vivo a cargo de Ben Bridwell y Ryan Monroe, pero si no pudiste verlos en vivo, siempre queda la opción de verlo en Youtube o escuchar el disco completo en Spotify cuando quieras:

@littleremy