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Music
Entre la fragilidad y la furia de Ringo Deathstarr
20.04.2020
Por Irving Alfaro

Luego de cinco años de espera, el trío de shoegaze texano Ringo Deathstarr regresa para entregarnos su sexto disco de estudio haciendo gala de una excelsa e hipnótica distorsión de guitarras, manteniéndose fieles al reverb y las clásicas paredes de guitarra propias de My Bloody Valentine, Ride y The Jesus and Mary Chain.

Canciones tan delicadas como la instrumental Nagoya, encargada de abrir de forma sutil el álbum, aunada a In your arms, Heaeven Obscured y Disease en donde la voz de Alex Gehring se mezcla naturalmente con la estridencia de canciones como Just like You, Gazin’ y God help the ones you love, a cargo de Elliot Frazier, formando una simbiosis sónica maravillosa que tanto ha caracterizado a la banda desde el mítico ‘Colour Trip’ y que se mantiene a lo largo del disco, sin llegar a sonar repetitivo.

Mención aparte para Be Love, una bella armonía de 3:42 minutos que recuerda a Fools Gold de The Stone Roses, gracias a un beat 4/4 finamente marcado por Daniel Coborn en la batería. Tal vez es lo más arriesgado del disco, un elemento sorpresa que hace que la banda siga siendo importante para los amantes del género, en una época llena de opciones al alcance de un clic.

A través de 13 canciones, los chicos de Austin logran lo que tanto habían anhelado a lo largo de 13 años de carrera musical: encontrar su propio sonido en medio de un Revival que sigue siendo totalmente desconocido e infravalorado por muchos. Tal vez por eso decidieron llamar a este nuevo trabajo simplemente ‘Ringo Deathstarr’, para que a nadie le quede duda de quién se trata. Es bueno saber que el shoegaze sigue vivo entre pandemias y colapsos económicos.

Un disco bien equilibrado que los coloca como una gran referencia para cualquier amante del shoegaze. bien por Ringo Deathstarr.

4/5 Maullidos 

@littleremy