Jarvis Cocker aún no pierde el toque con este nuevo , por el contrario, se mantiene en un sitio bastante cómodo a pesar de lo cuestionable que pudiera resultar, de alguna manera la fórmula que ha manejado desde la llegada del ‘His and Hers’ de Pulp sigue siendo tan fructífera gracias a esa forma tan carismática de contar historias tan misteriosas como seductoras.
JARV IS… THE NEW BLACK
Es cierto que en su cuarto trabajo de estudio, el oriundo de Sheffield explora un poco la música electrónica a través de 7 cortes muy agradables, comenzando por Am I Missing Somenthing?, donde de inmediato se reconocen pequeños rastros de ‘I Spy’ en el ritmo y la progresión de notas de teclado.
Mientras que Must I Evolve y Children of the Echo destacan por ser las canciones en donde se reúne todo el potencial creativo como compositor de un Cocker de 56 años, tal vez su cualidad más notoria desde el inicio de su carrera como solista, aunque ya desde los 90’s era una de las principales fortalezas de los grandes grupos de britpop, que realmente no estaban inventando el hilo negro, simplemente lo hacían tan bien con tan pocos recursos, que realmente resaltaban de entre miles de propuestas en esa época.
JARV IS… IN LOVE WITH THE 80’S
Por otro lado Sometimes I Am Pharoah parece rendir tributo al himno ochentero ‘Tanted love’ de Cell Soft con algunos arreglos entrelazados de sintetizadores y la voz casi robótica de Cocker, mientras que Save The Whale hace lo propio con Leonard Cohen; hay también un corte del álbum que resalta: Swanky Modes en donde se puede escuchar a un viejo Jarvis rememorando sus viejas conquistas amorosas y aquellas noches de encuentros casuales, mismos que ahora ya se ven distantes y los días de excesos solo permanecen en su recuerdo.
Obviamente, no podíamos dejar de lado el primer sencillo promocional, House music all night long, donde gracias a la melodía y la tenue voz de Jarvis, reina la sensualidad, el deseo de bailar junto a tu crush toda la noche y dejar que el tiempo corra hasta sus últimas consecuencias. Tal vez esa es la magia encerrada en todo este nuevo disco que más bien parece un EP, pequeño, conciso y sin rodeos, que sirve para mantener a su creador en el mapa musical, tomando en cuenta que su último disco solista (como tal) fue en 2009. Recordemos que su último trabajo de 2017, Room 29, fue una especie de poemario acompañado del piano de Chilly González.
Beyond the Pale, tal vez no sea su mejor trabajo, pero sí se nota mucho más elaborado y sólido que Further Complications, lejos quedó el rock setentero de su excelente disco debut para dar pie a una propuesta más atrevida y muy al estilo de Leonard Cohen en los 80’s, que tal vez no sea lo que estamos acostumbrados a escuchar del ex vocalista de Pulp, pero que muestra una nueva faceta del cantautor y se le nota renovado, casi podríamos decir, rejuvenecido.
3/5 Maullidos