A través de voces impregnadas de orgullo, de lágrimas y de agradecimiento, tuve la fortuna de conocer a Adriana Aguerrebere, fundadora de NGOImpacto, organización dedicada al acompañamiento y desarrollo sostenible de comunidades originarias, principalmente mujeres.
En el año 2020 dejó este plano y en memoria de su cumpleaños el 1ero de junio de 2022, el equipo de NGOimpacto, amigxs y familiares, se dieron cita en el Centro Textil del Mundo Maya en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para compartir su historia a través de aquellas personas que la recuerdan como un parteaguas genuino en su vida.
El amor por servir a lxs demás fue el pilar que más me resonó para imaginar a una mujer que, de forma palpable, dejó una semilla única en las comunidades artesanas de Los Altos de Chiapas. Una semilla que ya está germinando.
Protagonista sin pedirlo
Sentadas en el comedor de la organización ubicada en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Andrea Bonifaz, coordinadora de proyectos de NGOImpacto, me contó cómo conoció a Adriana. “Fuimos a La Tozi (galería de arte en el andador turístico de San Cristóbal), había una exposición, y me acuerdo perfecto que vi entrar a Adriana; traía puesto un huipil de San Juan Cancuc, que está brocado en la parte de enfrente, un abrigo de piel y unos lentes oscuros y ¡era de noche! Me impresionó, dije ‘wow, ¿quién es esa mujer?’. Esa imagen nunca me la saqué de la cabeza, me deslumbró”.
A partir de allí y a los pocos días recibió una llamada de Adriana para formar parte del equipo de NGOImpacto. Parece que el destino entre Andrea –comunicóloga originaria de Aguascalientes– y Adriana era ineludible, “ella fue mi maestra en el tema social. […] era Ingeniera civil tenía un máster en Mercadotecnia y un MBA en Finanzas, eso hacía que nos conectáramos en un lenguaje más corporativo pero, al mismo tiempo, todo eso que conversábamos lo podíamos bajar a temas sociales. Le gustaba decirme que éramos un espejo; muchas cosas que ella hacía me veía reflejada y viceversa”.
Nacida en Puebla en 1968, Adriana Aguerrebere fue una mujer que destacó por sí misma. Bonifaz la recuerda como alguien que, “jamás buscó protagonismo, era tan inteligente que era imposible no voltear a verla”. Y al conocerla, aunque fuera digitalmente a partir de una charla sobre apropiación textil, Emiliano Villalba , actual coordinador de Viernes Tradicional, comparte que, “era muy inteligente, precisa en sus comentarios, centrada y enfocada en defender al textil y a las mujeres sobre todo. Fue la primera vez que entendí que más allá del textil está una persona haciéndolo y regularmente son mujeres con una condición de vida muy distinta a la que nosotros estamos acostumbrados a ver y eso no permite la valorización de las prendas. Me quedó ese aprendizaje”.
Antes que nada, somos iguales
Y aunque acaparaba la atención sin esfuerzo, algo esencial de Adriana era su capacidad de escuchar. Ella realmente prestaba atención a las personas. Su hermana, Karla Aguerrebere, directora general de NGO Impacto, dice que, “siempre estaba dispuesta a escucharte. Cuando estabas con ella siempre se preocupaba por hacerte sentir que tu presencia era muy importante. Te hacía reconocer el valor y la capacidad que tenemos; eso era una de sus cualidades más valiosas y que la hicieron volcar todos sus esfuerzos y su espíritu en Impacto y en las mujeres”.
Como una líder innata, Adriana tenía ese don de reconocer las cualidades y habilidades en lxs demás sin importar sus grados de estudio. Emiliano comparte que al ofrecerle una vacante en NGOImpacto, “era la primera vez que sentía que me veían por mí y no por mi valor curricular. Adriana me inculcó la confianza para verme como persona, no solo como un profesional que necesita ser reconocido, sino cómo el trabajo habla por sí solo y así llegan las cosas”.
En el mismo sentido, Andrea, al comenzar a trabajar con Adriana en 2018, tenía mucho miedo y que aun así, “ella era una persona que confiaba en ti antes de que confiaras en ti misma; veía cosas en ti y te impulsaba a que las exploraras”. Villalba añade también que, “era una persona que te apoyaba pero también te aventaba, era como ‘hazlo, yo estoy aquí para apoyarte’”.
Estructura humana y justa
En mis entrevistas, la inteligencia de Adriana es admirable, no obstante, la parte humana fue aún más significativa. En una llamada con la artesana María de la Luz Gómez Martínez, originaria de Huixtán, compartió que, “ella no solo pensó en sí misma, sino en las demás. Me acuerdo que nos dijo ‘ustedes pueden hacer muchas cosas, sus trabajos son increíbles y sus creatividades son muy valiosas; me gustaría verlas algún día salir y andar solas”.
Esta inspiración en las artesanas Luz, Xunka Hernández y Rosa Gómez (con quienes tuve la oportunidad de platicar y que pertenecen a la comunidad de NGOImpacto) trascendió como un antes y un después en sus historias personales y en su manera de percibirse como mujeres en la comunidad donde residen.
Para mí, Adriana es un ejemplo que me ha motivado a ser una mujer fuerte, guerrera y ganar confianza en mí misma. Ser una líder y ejemplo para todas las mujeres de Los Altos de Chiapas
Imelda Gómez, colaboradora de NGOImpacto
Ya sea con artesanos y con la gente de la misma organización, se desprenden muchas perspectivas sobre Adriana y las formas de trabajar. “De los aprendizajes más grandes que tuve fue siempre manejar una excelencia en el trabajo desde la forma en que te conduces. Conducirte con ética en todo lo que haces”, menciona Andrea Bonifaz.
Y al mismo tiempo, las enseñanzas que dejó en cada persona, imprime la clara motivación a un nivel mucho más profundo. Rosa Gómez Santiz, artesana originaria de Aldama, compartió que, “aparte del textil, es el mensaje de que las mismas mujeres se empoderen y trabajen conjuntamente entre ellas; sean autogestivas y a partir de allí transmitir eso a nuestros hijos y las nuevas generaciones”.
Acompañadora, fuerte y capaz, “ese sentido humano era súper notable desde el momento que te conocía. No te veía desde arriba, te veía como tú y yo estamos hablando: de frente y en el mismo nivel”, menciona Emiliano.
Generalmente, el rol de la mujer en una comunidad indígena, se reduce a solo su capacidad reproductiva y familiar. Por ello ha sido muy importante para estas mujeres la visión que Adriana pudo compartirles para mostrarles que hay otra oportunidad. En su testimonio telefónico, Luz con la voz entrecortada, dice que, “La verdad sí nos costó salir. Como mujer tienes que estar ahí [en la casa y su comunidad] y Adriana nos dio la oportunidad para valorarnos, ella es un ejemplo para nosotras. Una mujer logró esto y nunca dijo ‘yo no puedo”.
Voces del corazón
A modo de recordarla, una de sus más grandes aliadas en la creación de NGOImpacto, Xunka Hernández, quien trabajó desde 2013 como coordinadora de campo y traductora, reconoce a Adriana como, “una mujer fuerte, dedicada al apoyo de las mujeres en la comunidad. Siempre estuvo trabajando con nosotras de corazón. Aprendí a trabajar en grupo, cómo expresarme y lo más importante fue que las mujeres no se quedaran en las comunidades sino que salieran a trabajar”.
Adriana: te admiro porque eres una mujer fuerte e inteligente. Reconozco el trabajo que has hecho con mujeres artesanas enseñándolas a valorar su trabajo y empoderándolas para que se reconozcan y tengan un pago justo de lo que realizan
Elva Moreno Méndez, equipo de Desarrollo Humano de NGOImpacto
¿Qué le dirías a Adriana si estuviera aquí? -les pregunté, Andrea con lágrimas en los ojos, dijo “le diría que ‘TODO ESTÁ BIEN’, a lo mejor no hacemos las cosas tal cual ella lo haría, pero hacemos lo mejor que podemos y espero que esté muy feliz. Y que sí, en efecto, fuimos mejores amigas y que la vi mucho tiempo como una figura materna muy fuerte, incluso en algún momento me lo dijo, ‘a lo mejor eres como esa hija que yo no tuve’, por eso era tan exigente conmigo, siempre buscaba que las cosas salieran bien”.
Luz, quien comparte cumpleaños con Adriana, vaciló un poco con mi pregunta, diciéndome que en realidad aquí está Adriana. “Le agradezco su vida, su caminar y ahorita sigue caminando sobre lo que dejó. Su sueño está cumpliéndose, era lo que ella quería, y estoy muy agradecida con ella y su trabajo. Aunque no esté aquí sabemos que está su trabajo, su semilla, y ahí va sembrándose. Ahora solo se necesita cultivarla, regarla y cuidarla”.
La labor continúa
Como coordinadora de todas las actividades de la organización, Bonifaz habla del trabajo que hacen todxs en NGOImpacto cada que puede. “[Adriana] me enseñó a defender puntos de vista con conocimientos y basarme siempre en la justicia social. Cuando íbamos a eventos, ella siempre levantaba la mano, siempre preguntaba, siempre buscaba un momento para hablar de justicia social y exponía los temas como eran sin importar con quiénes. Cada que voy a un evento, me acuerdo de ella y levanto la mano”.
Los corazones y vidas de las artesanas que tocó Adriana forman parte excepcionalmente de este proyecto y misión que día a día es una lucha, un aprendizaje y una satisfacción para cada una de ellas.
Adriana para mi fue una mujer excepcional, inteligente, humana. Un ejemplo a seguir. Una persona que tenía todas las ganas de ayudar a las mujeres en Chiapas. Le aprendí mucho su honestidad y transparencia para hacer cosas […] Y le agrdezco por darme la oportunidad de formar parte del equipo de Impacto. Donde queira se que está mejor. Siempre la recordaré. Gracias, Adriana.
Rosa Jiménez González, equipo de Administración de NGOImpacto
Y como cabeza de la organización, su hermana Karla lleva la tarea de preservar e impulsar este legado y compromiso con más mujeres. En un sentido más personal, comparte que, “para mí ha sido despertar a una conciencia más profunda y más humana; me enseñó el poder que tienen nuestras acciones para transformar la vida de otras personas. Me gustaría seguir compartiendo que si todos ayudamos a quien tenemos al lado, viviríamos en un mundo mejor, más justo y equitativo”.
Es crucial que los textiles de los pueblos originarios en México se les visibilice el valor creativo, artístico, humano y cultural que durante siglos han sido conocidos solo por la superficie y la ignorancia. Proyectos y personas como NGOImpacto y Adriana Aguerrebere nos dejan una misión importante para contribuir, difundir y consumir desde nuestras trincheras con más consciencia sobre esta herencia ancestral.
¡Larga vida a la semilla Aguerrebere!
Agradezco a Adriana Aguerrebere por abrirme las puertas de su organización y ser el pilar inspirador de tantas mujeres, incluyéndome. Gracias por todo el apoyo de Karla, Andrea, Sofía, Emiliano, Mar y Luis por crear este vínculo y acercarme a gente sumamente auténtica y llena de pasión. A Silvia por su labor en ayudarme a traducir las entrevistas del Tsotzil al español; a Elva, Imelda, Lison. Todxs quienes hacen de NGOImpacto un espacio sólido, seguro y comprometido con las mujeres desde su parte más humana y sensible.
*La exposición temporal de Adriana Aguerrebere en el Centro Textil del Mundo Maya estuvo abierta al público del 1ero al 5 de junio del año 2022