Resiliente, innovador, activista, líder y lienzo de expresiones creativas, el blue jean inventado por Levi Strauss y patentado por Levi’s, cumple hoy 148 años. Más de un centenario de historias protagonizadas por la mezclilla y su tejido fuerte que atestigua, no solo el paso del tiempo, sino las banderas de ideales, las luchas sociales, las búsquedas de la expresión artística e intelectual; es en el blue jean donde se concentra muy buena parte de la historia del mundo occidental contemporáneo.
Y es desde el Levi’s® 501®, el ícono original de pierna recta y bragueta de botón que todes adoraron: estrellas de rock, trabajadorxs de fábrica, genixs de las artes, voces brillantes, subculturas enteras. Es el abuelo de todos los jeans; cualquier jean de hoy es una recreación de este original y sus versiones siguen siendo queridas en los clósets de muchxs de nosotrxs ahora con procesos sustentables.
El blue jean como icono occidental
¿Cuándo y de qué manera una prenda de vestir habita, no solo el cuerpo de una persona, sino su participación en el colectivo? Podría decirse que el blue jean tuvo un recorrido muy particular; la mezclilla es una tela pesada, densa, resistente. Quizá representó subconscientemente el sentir de la humanidad, siempre destinada a reinventarse por la rapidez de todos los cambios políticos, sociales y de pensamiento. El jean se convirtió en un aliado que permitía a hombres y mujeres a percibir su cuerpo y su acción en el mundo de forma práctica, temeraria y lista para lo que se avecinara.
Prenda con alma
¿Cuándo una prenda de vestir tiene carácter? Percibir a la moda como superflua sería eximir la personalidad y la humanidad que tiene una camiseta, un pantalón, un vestido… En el ritual muy personal de vestir (nos) no podemos tener solo esa perspectiva, es imposible. En la búsqueda de esas piezas aliadas para desenvolvernos en el día a día, vestirse adquiere significados que aunque tengan que ver con la imagen y la reputación, también residen en un gusto, una sensación íntima que nos hace sentir bien (o no) cuando llevamos algo puesto. En este sentido, el blue jean es una prenda con carácter pues se adapta a tu cuerpo, al uso que le des. Es un lienzo abierto y en blanco con el que puedes experimentar y jugar. Con el que puedes hacerlo cómplice de tus travesuras, tus momentos épicos, tus días más tristes. Cuando la moda tiene este papel en nuestra vida, se nutre de carácter, de memorias, de sentimientos quizá.
En un sentido más simbólico y representativo, los jeans también tienen un ADN, así como nuestros genes familiares, éstos llevan en sus fibras la información de los episodios del pasado; de las batallas, de los bailes y de las promesas que se quedaron muy en el fondo de cada urdimbre. La sabiduría y el amor con los que fueron concebidos y abrazados por miles de almas antes que tú.
Frenesí azul
Esa es la magia de una prenda como el blue jean. No me parece una coincidencia que su tono original fuera índigo; un pigmento revolucionario, profundo, extra terrestre, el favorito de Yves Klein. Quizá por eso diseñadores visionarios y genios del arte como Yves Saint Laurent, dijo que le hubiera gustado inventarlo.
“Ojalá hubiera inventado los jeans. Tienen expresión, modestia, sex appeal, simplicidad. Todo lo que busco que tenga la ropa que hago”
Yves Saint Laurent
En portada, Marylin Monroe con unos jeans Levi’s 501